Fundado en 1910

10 de septiembre de 2024

La Vía Apia en Roma, Italia

La Vía Apia en Roma, Italia

La Vía Apia, «la reina de las calzadas» romanas, entra en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco

Esta calzada romana «permitió el desarrollo de las ciudades que conectaba y el surgimiento de nuevos asentamientos, facilitando así la producción agrícola y el comercio», señala la ficha del organismo

Con más de 800 kilómetros y comunicando Roma con uno de los puertos más importantes del imperio, la Vía Apia, conocida como la regina viarium («la reina de las calzadas»), fue una de las mayores obras de ingeniería civil del mundo antiguo debido al enorme impacto que tuvo en el plano económico y militar. Ahora, esta calzada romana se incorpora a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, convirtiéndose en el 60º lugar de Italia en formar parte de dicho catálogo.

Apio Claudio, un importante político y militar romano apodado «el Ciego», mandó construir este camino entre los años 312 y 244 a.C. Aunque en un principio unía Roma con Capua, que se localiza a unos 40 kilómetros al norte de Nápoles, se fue ampliando con el paso de los años hasta Benevento y Taranto. Finalmente en el año 190 a.C., la calzada romana llegaría hasta Brindisi en el tacón de la península italiana.

Durante el reinado de Trajano (años 98 a 117 d.C.), se realizó un segundo tramo desde Benevento hasta Brindis, cercano a la costa adriática, de manera que entre Benavento y Brindisi la Vía se dividía en dos: la Apia Antigua y la Apia Trajana.

Aunque se construyó con intenciones militares (facilitar el desplazamiento y embarco de tropas), acabó convirtiéndose en el principal camino de comunicación del sur de Italia que permitía el desplazamiento fácil y seguro de personas y mercancías.

Una obra maestra de la ingeniería romana

Esta calzada romana «permitió el desarrollo de las ciudades que conectaba y el surgimiento de nuevos asentamientos, facilitando así la producción agrícola y el comercio», según señala la ficha de la Unesco en su entrada dedicada a la Vía Apia.

«Este bien, que está compuesto por 22 partes, es un conjunto de obras de ingeniería plenamente desarrollado que ilustra las habilidades técnicas avanzadas que poseían los ingenieros romanos para la construcción de calzadas, los proyectos de ingeniería civil, las infraestructuras y las amplias obras de saneamiento; pero también una gran variedad de estructuras monumentales como arcos triunfales, baños, anfiteatros y basílicas, acueductos, canales, puentes y fuentes públicas».

Para poder entrar en dicha la Lista, el lugar propuesto debe cumplir al menos uno de los diez criterios necesarios. La Vía Apia cumplía tres de ellos: en primer lugar, «dar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización viva o desaparecida». Así como «ser un ejemplo destacado de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra una o más etapas significativas de la historia de la humanidad». Y por último, «estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas o creencias, con obras artísticas y literarias de excepcional importancia universal».

El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano declaró, tras conocer la noticia, que el organismo internacional ha sabido «captar el excepcional valor universal de una obra de ingeniería extraordinaria que a lo largo de los siglos ha sido esencial para los intercambios comerciales, sociales y culturales con el Mediterráneo y Oriente».

Junto a la Vía Apia también se han incluido otros cinco lugares a este prestigioso listado: la residencia Ensemble Schwerin en Alemania, el Parque Nacional de Niah en Malasia, la zona arqueológica de Al-Faw en Arabia Saudí, el conjunto escultórico de Constantin Brâncusi en Târgu-Jiu (Rumanía) y las Fronteras del Imperio Romano en Dacia (Rumanía).

Comentarios
tracking