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Este cráneo se pensó durante años que pertenecía a la hermana de Cleopatra, hoy se sabe que era un adolescente romano

Este cráneo se pensó durante años que pertenecía a la hermana de Cleopatra, hoy se sabe que era un adolescente romanoEuropa Press

Decepción entre egiptólogos tras descartar que un cráneo hallado en 1929 sea el de la hermana de Cleopatra

Durante años se especuló con la posibilidad de que el cráneo era el de Arsinoe IV, hermana de Cleopatra

La historia de la egiptología está llena de descubrimientos fascinantes que han asombrado al mundo al abrir las puertas del conocimiento a una de las civilizaciones, la faraónica, más intrigantes y fascinantes de la historia de la humanidad.

Sin embargo, la egiptología está también llena de fracasos o, más que fracasos, de decepciones. Decepciones que, sin embargo (quien no se consuela es porque no quiere) abren puertas y ventanas a nuevas líneas de investigación y a nuevos descubrimientos y conocimientos.

Eso es lo que acaba de ocurrir con la investigación que ha concluido que el cráneo hallado en 1929 en las ruinas de la ciudad griega de Éfeso (actual Turquía) no es el de Arsinoe IV, hermana de Cleopatra, como se había especulado durante años.

Los análisis han concluido que el cráneo pertenece, en realidad, a un varón romano de entre 11 y 14 años que padecía un desarrollo patológico, informó Efe.

Un equipo multidisciplinar dirigido por el antropólogo Gerhard Weber de la Universidad de Viena publica en Scientific Reports un estudio sobre el cráneo, cuyos genes apuntan a un origen en Italia.

El arqueólogo Josef Keil descubrió en 1929 un sarcófago completamente lleno de agua en las ruinas del antaño magnífico Octágono, una construcción en la calle principal de Éfeso.

Allí había un esqueleto completo, del que Keil solo se llevó el cráneo, del que –tras un análisis inicial– dijo que sería probablemente de una mujer de 20 años y muy distinguida, una conclusión que refrendó un análisis de 1953.

En 1990 surgió la hipótesis de que Arsinoe IV podría haber encontrado su última morada en aquella magnífica tumba de Éfeso, donde fue asesinada en el año 41 a.C, y desde entonces numerosos informes y publicaciones han rodeado ese rumor, señala la Universidad de Viena.

El nuevo examen del cráneo fue realizado por genetistas, especialistas en datación, ortodoncistas de la Universidad de Viena y arqueólogos de la Academia Austriaca de Ciencias.

La datación lo sitúa entre el 36 y el 205 a.C., lo que se corresponde con la fecha tradicional de la muerte de Arsinoe IV, además los genetistas encontraron una coincidencia entre este y las muestras existentes del fémur, pues el esqueleto completo fue recuperado en 1982.

Repetidas pruebas realizadas al cráneo y al fémur mostraban «claramente la presencia de un cromosoma Y, es decir, de un varón», explicó Weber.

La evaluación morfológica del cráneo, los datos de una microtomografía computarizada e imágenes de alta resolución de las raíces dentales revelaron que el niño del Octógono estaba aún en la pubertad y tenía entre 11 y 14 años.

El niño padecía un desarrollo patológico en general con una de las suturas craneales, que normalmente se fusiona a los 65 años, ya cerrada, lo que daba al cráneo una forma muy asimétrica.

El rasgo más llamativo era el subdesarrollo de la mandíbula superior, que estaba inusualmente inclinada hacia abajo y presumiblemente provocaba grandes problemas al masticar, tal y como también apuntan los restos dentales.

«Ahora está claro que no fue la hermana de Cleopatra quien fue enterrada en el Octógono de Éfeso, sino un joven con trastornos del desarrollo que presumiblemente era romano», indica la Universidad de Viena.

La razón de las referencias arquitectónicas a Egipto en ese edificio sigue siendo una incógnita, pero sí está claro, agrega, que la tumba estaba destinada a una persona de muy alto estatus social.

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