Altamira revela nuevos tesoros de arte rupestre desconocidos hasta ahora
Unos investigadores han identificado nuevos grabados y pinturas en sus paredes que amplían el patrimonio artístico del lugar
El reciente hallazgo de nuevas pinturas y grabados paleolíticos en la cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar (Cantabria), pone de manifiesto el enorme valor que esta cavidad sigue teniendo para la investigación. Además, confirma que las distintas galerías albergan una cantidad de arte rupestre mucho mayor de lo que se conocía hasta ahora.
Estos descubrimientos forman parte del proyecto de investigación titulado «El primer arte de la Humanidad, la cueva de Altamira», cuyos avances han sido detallados en el número XXIX de la revista del Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola, bajo la dirección de Eusebio Dohijo.
Pilar Fatás, directora de la cueva de Altamira, ha afirmado que estos recientes hallazgos representan «abrir una puerta» hacia una mayor comprensión del pasado y de las formas de vida de los seres humanos primitivos que habitaron y decoraron los muros y techos de esta cueva durante al menos 36.000 años.
El estudio realizado ha permitido identificar 33 figuras, entre las que destacan representaciones de animales como ciervos y un posible caballo. La mayoría de estas imágenes están realizadas con finos grabados, algunos en tonalidades rojas y otros en carbón negro, situados en una pared de 28 metros en el sector 5 de la cavidad. De estas figuras, diez eran conocidas desde principios del siglo XX, pero lo novedoso radica en la valoración de su antigüedad en relación con las pinturas de la sala de los polícromos, la parte más célebre de la cueva.
El descubrimiento permite ampliar el inventario del arte rupestre de Altamira, especialmente en las galerías menos estudiadas de la cueva, que abarcan más de 300 metros de longitud y han sido preservadas con cuidado por motivos de conservación. Fatás subraya que la relevancia de estas figuras radica en su capacidad para situar cronológicamente las representaciones artísticas realizadas a lo largo de los milenios en que la cueva fue habitada, ofreciendo una visión más completa del legado cultural dejado por sus antiguos moradores.