Radio Nacional de España
Así nació RNE, la radio del Gobierno de Franco que sigue escuchándose casi 90 años después
El equipo de radio fue un regalo del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, y se utilizó para retransmitir los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936
Las primeras emisoras de radio llegaron a España hace 100 años, desde entonces se ha consolidado como uno de los medios más utilizados para acceder a la información. Mientras, los políticos lo han utilizado para mandar sus mensajes de propaganda, algo que se sigue haciendo un siglo después.
La radio fue la revolución en las comunicaciones del momento, servía tanto para entretener con el mítico ataque alienígena falso de Orson Welles, como para mandar mensajes en clave a la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial o espiar durante la Guerra Fría. Por su importancia como medio de comunicación de masas, los estados crearon emisoras nacionales, que también utilizaron regímenes dictatoriales y políticos para lanzar mensajes propagandísticos.
El país estaba en plena Guerra Civil y la propaganda de uno y otro bando recorría la atmósfera de toda España. En el bando nacional, Franco ordenó al general José Millán-Astray, fundador de la Legión, crear una emisora radiofónica. Así nacía Radio Nacional de España. Para conseguir esa primera transmisión utilizaron un emisor Telefunken que procedía de Alemania. Este dato podría quedarse en anécdota, pero el aparato de radio utilizado tiene una historia aparte.
Resguardo del periódico La Gaceta hablando de la inauguración de Radio Nacional
Desde la Ràdio Associació de Catalunya, se decía que la radio la habían adquirido ellos y que los nacionales se habían incautado de ella en la frontera. Lo que sí está claro es que la enorme radio llegó a la península por mar al puerto de Vigo, y desde allí se envió en un convoy de camiones hasta Salamanca. El traslado no fue nada fácil de realizar debido al gran tamaño de la carga y el secretismo. Al parecer, el equipo de radio fue un regalo del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, se utilizó previamente para retransmitir los Juegos Olímpicos de 1936, e incluso se especuló con que el propio Hitler la había utilizado para uno de sus discursos.
Una Radio Nacional de Franco
Más allá del «aparato», la creación del RNE formaba parte de un proyecto mucho mayor que lideraba Millán-Astray, como jefe de la Sección para Prensa y Propaganda dentro de la Comisión de Cultura y Enseñanza del bando nacional. La sede en Salamanca estaba en el palacio de Anaya, desde donde empezó a locutar los «partes de guerra» Fernando Fernández de Córdoba, el primer locutor de Radio Nacional de España. Lo primero que sonó desde RNE en toda España fue la Marcha Real, interpretada por cinco músicos dirigidos por Bernardo García Bernalt, era 19 de enero de 1937.
Palacio de Anaya de Salamanca, primera sede de Radio Nacional de España
La emisión se había realizado desde el Palacio de Anaya en Salamanca, aunque ya se habían hecho pruebas a finales de 1936. Esa misma noche los oyentes —entre bombardeos, silbidos de balas y una tensión general provocada por la guerra— escucharon por primera vez el programa Habla España, en el que Vicente Gay, delegado de Prensa y Propaganda en Salamanca, hizo alusión a que «España ha despertado con nueva vitalidad su fortaleza».
Cuando acabó la guerra, y con ella los partes de guerra, el régimen de Franco obligó a que todas las emisoras de España cortasen su programación para dar un «parte» informativo cada día. La Radio Nacional fue adaptándose a los tiempos, aparecieron nuevos formatos que convivían con los tradicionales como las radionovelas. Con la muerte del dictador en noviembre de 1975 —que parece estar más de actualidad que entonces— siguió funcionando con relativa normalidad.
La transición hacia la democracia plena no llegó aquel noviembre de 1975, el proceso de transición de un régimen autoritario a un estado democrático llevó varios años y nuevas leyes de libertad de prensa que permitieron la creación de medios de diversa ideología que empezaron a competir junto con RNE por las audiencias, inmersas en un ambiente de libertad. Ahora bien, RNE nació como un medio partidista del bando «nacional», pero se trasformó pasado el tiempo —en teoría— en un servicio público para dar información y entretenimiento a todos los españoles, que debe cuidarse, incluso hoy, de propagandas políticas y partidistas.
