
Alcázar de Segovia
Los siete castillos medievales mejor conservados de España
Desde Segovia a Mallorca, El Debate recoge algunos de los ejemplos mejor conservados de España
Son muchas las fortalezas que han resistido el paso del tiempo y aún conservan la esencia de la época en que fueron construidas. El Debate recoge algunos de los ejemplos mejor conservados de España, que en su día sirvieron para proteger y acoger a reyes y nobles, y que ahora forman parte de nuestro rico patrimonio histórico y cultural.
Alcázar de Segovia
Sus estancias fueron lugar de reposo para Alfonso X el Sabio; de ellas partió, el 13 de diciembre de 1474, Isabel la Católica para ser proclamada reina y en su capilla se celebró la misa de velaciones del casamiento de Felipe II y Ana de Austria. El Alcázar de Segovia fue construido en el siglo XII «sobre una posición fortificada romana, visigoda, árabe y cristiana sucesivamente», según recoge el portal de turismo de Castilla y León.
Serían los Trastámara quienes edificarían «este majestuoso castillo palacio del siglo XVI, reformado y ampliado en siglos posteriores con influencias francesas e italianas», prosigue el portal.
Además de haber visto pasear hasta 22 reyes de Castilla, también fue cárcel para nobles como Álvaro de Luna, valido del rey Juan II de Castilla. En 1762 se convirtió en la sede de la Real Academia de Artillería de Carlos III y años más tarde en Archivo Militar General. Sin embargo, el gran incendio que lo asoló en 1862 obligó a su total reconstrucción. Hoy es uno de los castillos más emblemáticos de España, con su icónica silueta inspirando incluso a Disney.Castillo de Bellver (Mallorca)
Su peculiar planta circular hace que sea un edificio único en España. Su construcción se debe al rey Jaime II de Mallorca, quien mandó construirlo a principios del siglo XIV y que serviría tanto como residencia como fortaleza. Su nombre, que significa «bella vista», alude a la impresionante vista panorámica que ofrece de la bahía de Palma y la Sierra de Tramuntana.
El diseño del castillo estuvo a cargo del arquitecto Pere Salvat, quien posiblemente se inspiró en la fortaleza de Herodión, en Cisjordania. Su estructura curva eliminaba los ángulos muertos, mejorando así la defensa. Además, la curvatura de la muralla favorecía el rebote de los proyectiles disparados por la artillería, aumentando su resistencia.

Castillo de Bellver (Mallorca)
Tras albergar a la corte de Jaime II, el castillo tuvo diferentes funciones: primero como residencia de verano de Pedro IV de Aragón, después como refugio contra la epidemia de peste y como cárcel: a partir de 1712 fue prisión para Gaspar Melchor de Jovellanos, así como para oficiales franceses de la batalla de Bailén.
Castillo de Belmonte (Cuenca)
Considerado como uno de los castillos medievales mejor conservados de Europa, el castillo de Belmonte ha sido escenario de numerosas películas como El Cid, producida por Samuel Bronston, El caballero Don Quijote, de Manuel Gutiérrez Aragón o Los señores del acero, de Paul Verhoeven.
De estilo gótico mudéjar, esta fortaleza fue mandada construir en 1456 por Juan Pacheco, primer marqués de Villena y uno de los hombres más poderosos del reino. Según la página web del edificio, «su imponente estructura defensiva contrasta con su lujoso interior, con techumbre mudéjares y un bestiario medieval esculpido en piedra, siendo una fortaleza única en España».

Castillo de Belmonte (Cuenca)
Desde 1480, cuando dejó de funcionar como residencia señorial, experimentó un progresivo abandono, agravado por su uso militar en la Guerra de Secesión y la Guerra de Independencia. Sería en el siglo XIX cuando Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, quien al heredar el castillo inició su restauración bajo la dirección del Arquitecto Alejandro Sureda. Las obras de restauración continuaron hasta que en 1931 fue declarado Tesoro Artístico Nacional. Durante la Guerra Civil sirvió como cuartel y cárcel, quedando nuevamente en estado de abandono.
Castillo de Coca (Segovia)
Situado en la antigua Cauca romana —hoy Coca—, este castillo «es la mayor expresión de la arquitectura militar en ladrillo», indica el portal de turismo de Castilla y León, así como «una de las más hermosas muestras del arte gótico-mudéjar español», subraya la página web de la fortificación.
Fue construido en el siglo XV por el arzobispo de Sevilla Alonso de Fonseca, quien obtuvo el permiso del rey Juan II de Castilla para ello. Además de su característico color rojizo, el castillo de planta cuadrada cuenta dos recintos amurallados, flanqueados en sus esquinas por torres poligonales, y un ancho y profundo foso. Otra de sus peculiaridades es que no haber sido construido sobre un cerro como suele suceder con fortalezas de este tipo, sino que su sistema defensivo aprovecha los escarpes del terreno sobre el que se asienta.

Castillo de Coca (Segovia)
De los Fonseca, el castillo pasó a la Casa de Alba, y en 1928 la Dirección General de Bellas Artes lo declaró Monumento Histórico Nacional, formando parte también del Tesoro Artístico Español.
Castillo de Ponferrada (León)
También conocido como el castillo de los Templarios, la fortaleza medieval se alza sobre una colina en la confluencia de los ríos Boeza y Sil. Su estructura actual data del siglo XII al XV, con diversas ampliaciones y reformas a lo largo del tiempo.
La llegada de los Templarios al castillo sucede en 1178 y obedecía a varios fines. Por un lado, proteger el Camino de Santiago y sus peregrinos ante la invasión de los musulmanes; por otro, servir a los intereses de los retes Fernando II y Alfonso IX; así como evitar los enfrentamientos entre nobles gallegos y leoneses que querían hacerse con la hegemonía de este territorio, según indica la página web del castillo.

Castillo de Ponferrada (León)
Los monjes guerreros permanecieron durante un siglo y medio en Ponferrada. Durante su estancia llevaron a cabo una serie de obras en la fortaleza: reforzaron sus murallas exteriores y construyeron diversas dependencias, incluyendo un convento templario, viviendas, bodegas y huertos. Tras su marcha, el castillo fue pasando por distintos propietarios, algunos tan importantes como los Reyes Católicos. En 1924 fue declarado Monumento Nacional.
Castillo de los Mendoza (Madrid)
Sobre un cerro que domina la sierra de Guadarrama, a pocos kilómetros de Madrid, se levanta uno de los castillos más impresionantes y mejor conservados de la región: el castillo de Manzanares el Real, cuya construcción inició el duque del Infantado en el siglo XV y que finalizó su hijo Íñigo López de Mendoza con la participación del arquitecto Juan Guas, máximo representante del gótico tardío en Castilla.

Castillo de los Mendoza (Madrid)
La familia Mendoza utilizó el castillo como residencia durante pocas décadas y a mediados del siglo XVI se trasladaron a Guadalajara, quedando la fortaleza prácticamente deshabitada. En 1914 se realizó la primera restauración dirigida por Vicente Lampérez, y en 1964 el Estado acometió nuevas obras para convertirlo en museo. Al año siguiente, Íñigo de Arteaga, duque del Infantado, cedió el uso del castillo a la Diputación Provincial de Madrid, lo que permitió su apertura al público en 1977.
Con la creación de la Comunidad de Madrid, la fortaleza pasó a estar bajo su administración, acogiendo un centro de interpretación y una colección de tapices flamencos del siglo XVII.
Castillo de Loarre (Huesca)
Entre sus muros se esconden siglos de historia. Comenzó siendo palacio real y más tarde pasó a ser monasterio. Su construcción tuvo lugar entre 1016 y 1020 por órdenes del rey de Pamplona Sancho III el Mayor. El castillo se asienta sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos, lo que le otorgaba una gran ventaja defensiva pues los muros no podían ser minados.

Castillo de Loarre (Huesca)
En la Edad Media fue una construcción estratégica fundamental en la defensa de Huesca frente a los musulmanes y posterior expansión hacia el valle del Ebro.
Su buen estado de conservación la convierte en la fortaleza románica mejor conservada de Europa. En 1906 fue declarado Monumento Nacional. También ha sido escenario de la película El reino de los cielos de Ridley Scott.