Fundado en 1910

19 de septiembre de 2024

Ethan Crumbley, asesino del tiroteo de Michigan, y sus padres Jennifer y James

Ethan Crumbley, asesino del tiroteo de Michigan, y sus padres Jennifer y JamesDepartamento Policial del Condado de Oakland

Estados Unidos

«Que no te pillen»: Los padres del asesino de Michigan se declaran inocentes a pesar del mensaje que los inculpa

La fiscalía acusa a los padres de ignorar los instintos homicidas de su hijo, y de darle acceso a un arma mortal

Los padres del adolescente autor del tiroteo en un colegio de Michigan serán juzgados junto a su hijo. Pero James y Jennifer Crumbley no se presentaron ante la fiscalía el pasado viernes, fecha del juicio, dándose a la fuga. Las autoridades los han detenido en un sótano a 60 kilómetros de su casa, aunque la pareja se declara inocente.

El martes 30 de noviembre, Ethan Crumbley, de 15 años, entró en su instituto armado con una pistola semiautomática. Abrió fuego indiscriminadamente, asesinando a cuatro de sus compañeros de clase e hiriendo a otros siete. Las autoridades frenaron la masacre con rapidez y detuvieron a Ethan, que ahora se enfrenta a cuatro cargos por asesinato, siete por intento de asesinato, doce por posesión de armas de fuego, y uno por terrorismo.

La investigación, impulsada por la creciente sensibilización en cuanto al peligro que supone la posesión de armas en Estados Unidos, se ha decantado por dos iniciativas poco tradicionales; Ethan será juzgado como un adulto por terrorismo, a pesar de ser menor de edad, y sus padres, propietarios del arma, irán a juicio por homicidio involuntario.

Es Karen McDonald, fiscal principal del procesamiento, quien justifica esta decisión que destaca «el impacto del tiroteo»:

«[Los demás alumnos] son víctimas también, al igual que sus familias y su comunidad. El cargo por terrorismo lo refleja», aclara.

El arma en el cajón

El viernes 26 de noviembre, James Crumbley compró la pistola que su hijo usaría para matar a cuatro personas tan solo cinco días más tarde. Ethan, de 15 años, subió una foto a la red social Instagram sujetando el arma, con la leyenda «Acabo de adquirir mi nueva belleza, una SAUER 9mm».

Al día siguiente su madre, Jennifer Crumbley, compartió una publicación diciendo «es un día para que madre e hijo prueben su nuevo regalo de Navidad», haciendo ver que la pistola, guardada en un cajón sin cerrojo en el dormitorio de los padres, pertenecía en realidad a Ethan.

El día anterior al tiroteo, un profesor del centro descubrió a Ethan buscando munición online durante una clase. Lo reportó de inmediato a Tim Throne, superintendente del centro, que alertó a los padres del adolescente. Pillado, Ethan contó que su madre y él habían asistido a un campo de tiro durante el fin de semana, y que los deportes con armas eran un hobby familiar.

Por eso, Jennifer no regañó a su hijo castigado; «LOL, no estoy enfadada contigo. Tienes que aprender a que no te pillen», le escribió la mujer en un mensaje de texto.

La idea de que un padre pueda saber todo eso, y darle acceso a su hijo a un arma mortífera es criminal e irrazonableKaren McDonald, fiscal del caso

Esa misma noche, Ethan Crumbley grabó un video en el que hablaba sobre como mataría a sus compañeros. Al día siguiente llevó a cabo sus planes homicidas.

A las 13:22 del día del tiroteo, la señora Crumbley mandó un mensaje a su hijo diciendo, «Ethan, no lo hagas». Su marido reportó la desaparición de la pistola, ya no en el cajón si no en la mochila de Ethan, a las autoridades, pero ya era tarde.

La fiscal McDonald cita estos acontecimientos como testimonio a la culpabilidad de la pareja. «La idea de que un padre pueda saber todo eso, y darle acceso a su hijo a un arma mortífera es criminal e irrazonable».

Homicidio involuntario

No aparecieron ante el juzgado el día de su cita; en su lugar, James y Jennifer Crumbley sacaron 4.000 dólares (3.500 euros) en efectivo y desconectaron sus teléfonos móviles, dándose a la fuga. Los oficiales los descubrieron escondidos en un sótano de Detroit durante el fin de semana.

A pesar de que la pareja jura que pensaban entregarse el mismo sábado 4 de diciembre, la fiscalía los ha detenido bajo custodia por riesgo de fuga, con 500.000 dólares de fianza por cabeza.

Se les acusa de ignorar señales de que su hijo planificaba una masacre premeditada -cargos que la pareja niega. Karen McDonald alega que la fiscalía tiene «una montaña de pruebas» que demuestran que el tiroteo fue premeditado».  

Comentarios
tracking