Reino Unido
Un nuevo escándalo de corrupción compromete a Boris Johnson
El primer ministro británico buscó donaciones para remodelar su apartamento, prometiendo a cambio considerar planes para un «evento secreto»
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha sido acusado de corrupción tras emerger mensajes de texto entre él y Lord David Brownlow, miembro de la cámara de los lores. En un intercambio por WhatsApp, Johnson pidió al millonario Brownlow su colaboración con la remodelación de su residencia en Downing Street. Aseguró a cambio que estaba «organizando» el plan para una misteriosa «gran exhibición».
En los mensajes, enviados en noviembre del 2020, describe «partes del piso» como una «pocilga», y solicita la aprobación de Lord Brownlow para que la decoradora Lulu Lytle «se ponga con ello». Como respuesta, Brownlow accede a ponerse en contacto con Lytle «cuanto antes», y da gracias al primer ministro «por estar pensando en la ‘GE2’».
El escándalo de la dudosa financiación para la remodelación de la residencia de Boris Johnson ya llenó los titulares de la prensa británica el mes pasado, y costó al Partido Conservador una multa de 17.800 libras por no declarar correctamente todas las donaciones de Lord Brownlow. Johnson tuvo que pagar todos los gastos de su propio bolsillo, después de una disculpa pública.
Es corrupción, pura y simplemente. [...] Boris Johnson tiene que responder a preguntas muy serias
Sin embargo, el asunto resucita tras asomar estos mensajes incriminatorios, previamente ocultos al comité de investigación de ética del parlamento. La vicepresidenta del Partido Laborista, Angela Rayner, señaló que parecía que Lord Brownlow disfrutaba de un «acceso privilegiado» a Boris Johnson, «por estar pagando las obras de su piso de lujo».
«Si ese es el caso, es corrupción, pura y simplemente. Nadie debería poder comprar su acceso, o intercambiar papeles de pared por eventos. Boris Johnson tiene que responder a preguntas muy serias», puntuó la ministra.
Boris Johnson, insensato
Los mensajes de WhatsApp se publicaron como parte de un informe que Boris Johnson compartió con su asesor de ética, Christopher Geidt. Por segunda vez, Geidt dictaminó que el primer ministro no había roto la normativa parlamentaria, pero lo criticó por actuar «insensatamente».
En una carta a Johnson, Geidt denunció como «claramente insatisfactoria» la decisión del premier de no compartir los mensajes con Lord Brownlow durante la investigación pasada. El intercambio contradice la defensa de Johnson de entonces, cuando alegó que no sabía quién estaba pagando las 58.000 libras de gastos de la remodelación.
El primer ministro ha tenido que disculparse públicamente ante Geidt. Justifica la evasión alegando que «no recordaba los mensajes», ya que no tuvo acceso a su teléfono móvil por «problemas de seguridad» -refiriéndose a la filtración online de su número privado el año pasado.
La Gran Exhibición 2.0
El misterioso evento «GE» al que se refiere Boris Johnson en la postdata de su mensaje a Lord Brownlow se ha identificado como «la gran exhibición», propuesta inspirada por la Gran Exhibición de Hyde Park, Londres, en 1851.
El día 18 de enero de 2021, Lord David Brownlow se reunió con el secretario de cultura, Oliver Dowden, seis semanas después del intercambio con Johnson. En el Royal Albert Hall, dialogaron sobre «planes para una Gran Exhibición 2.0». Una fuente del Gobierno indició que era una «iniciativa privada» del Royal Albert, del cual Brownlow es socio.
Pero ante preguntas sobre esta posible Gran Exhibición 2.0, un portavoz de Boris Johnson explicó que era «una idea que no se llevó a cabo». En su lugar, contó, tendría lugar el «Festival UK» -antiguamente conocido como «Festival de Brexit»- en 2022, aunque sin especificar las diferencias entre los dos eventos.