Guerra Ucrania-Rusia
Ucrania sufre un ciberataque masivo mientras diluye el cerco ruso a Kiev
El 70 % de los usuarios de internet en el país se ha visto afectado, en una jornada en la que las tropas ucranianas han recuperado el control de Irpin y se resisten a perder la devastada Mariúpol
Los hechos acaecidos durante el último mes evidencian que la guerra del siglo XXI es muy parecida a la del siglo XX, solo que ahora existe internet y ello le otorga al conflicto una nueva dimensión.
Este lunes, los ucranianos pudieron comprobarlo de primera mano, cuando un ciberataque contra la empresa pública de telecomunicaciones Ukrtelecom, que opera en régimen de monopolio y da servicio a todo el país, obligó a dejar temporalmente sin internet a siete de cada diez usuarios.
«Para preservar la infraestructura de la red y continuar brindando servicios a las Fuerzas Armadas, otras formaciones militares y usuarios de infraestructura crítica, nos vimos obligados a restringir temporalmente la provisión de servicios a la mayoría de los usuarios privados y clientes comerciales», señaló la teleco en un comunicado recogido por el periódico Ukrayinska Pravda, que atribuye a Rusia el ciberataque en el que también se vio afectada parcialmente la telefonía fija.
Este ciberataque masivo, el de mayor calado desde el inicio de la invasión, ha coincidido en el tiempo con otra jornada en la que la batalla física ha sido aun más trascendente que la informática. Y si, presuntamente, Rusia ha golpeado fuerte en las ondas, Ucrania lo ha hecho con más intensidad sobre el terreno, ganando algunas posiciones a las tropas rusas.
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Es el caso de Irpin, ciudad de unos 60.000 habitantes sita en el noroeste del área metropolitana de Kiev, que fue «liberada» de tropas rusas el lunes, según anunció en Facebook su alcalde e informa Ukrinform.
«Hago un llamamiento a nuestros residentes: aún es imposible regresar a Irpin, aún es peligroso. Estamos reforzando posiciones en nuestras nuevas fronteras y continuaremos yendo y liberando Bucha, Gostomel, Vorzel. Entendemos que habrá más ataques en nuestra ciudad. Y la defenderemos valientemente. ¡Irpin es Ucrania!», publicó el regidor en la red social.
Horas más tarde, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se congratulaba en un comunicado de que «nuestros defensores avanzan en la región de Kiev», aunque alertó de que la situación general de Ucrania seguía siendo «tensa, muy difícil» y que era «demasiado pronto para hablar de seguridad en esta parte» del país.
«Las tropas rusas controlan el norte de Kiev, tienen los recursos y la mano de obra. Están tratando de reconstruir las unidades rotas. El nivel de sus pérdidas, incluso del 90 %, no es un argumento para que se detengan. Cientos y cientos de unidades de equipo enemigo quemadas y abandonadas no les convencen de que esto es lo que les va a pasar a todos», añadió el mandatario.
Pese a todo, la toma de la capital ucraniana por parte de las fuerzas enviadas por el presidente ruso, Vladimir Putin, es ya uno de los grandes manchurrones en el historial de este Ejército. Desde el comienzo mismo de la invasión, el pasado 24 de febrero, las tropas rusas han tratado de romper las líneas ucranianas desde el norte y el oeste, principalmente y, tras semanas de estancamiento en esa zona, desde hace días se está constatando una contraofensiva del Ejército ucraniano.
Este lunes el jefe de la Administración Militar Regional de Kiev, Oleksandr Pavliuk, reportaba acciones defensivas y de contraataque contra los soldados rusos.
«El enemigo ruso se está centrando en mantener los territorios ocupados y prepararse para la reanudación de las operaciones ofensivas. El invasor se reagrupa, concentra equipos en pueblos y bosques para evitar daños por incendios. El mando militar ruso está tratando de acumular reservas y recuperar la capacidad de combate de las unidades que sufrieron pérdidas durante el primer mes de la guerra», señaló el alto cargo militar ucraniano en Telegram.
Para el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, «el enemigo está debilitado, desorientado, gran parte de él está aislado de la logística y de las fuerzas principales».
Por ello, según sus conclusiones, «el mando de las fuerzas de ocupación rusas está tratando de compensar la disminución del potencial de combate de las unidades enemigas con fuego de artillería indiscriminado y ataques con cohetes bomba, destruyendo así la infraestructura de las ciudades ucranianas».
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Es el caso de Mariúpol, en el Donbás, metrópoli que lleva bajo un control ruso casi total desde hace días, tras castigarla duramente por tierra y aire. La ciudad ha sido devastada en un 90 % y su alcalde cifra la catástrofe en 5.000 bajas civiles, 210 de ellas niños, pero el Ejército ucraniano mantiene una defensa circular de la ciudad, según la cúpula castrense ucraniana, que asegura que su Ejército también habría frenado el cerco a Kiev en la región de Chernígov, al noreste de la capital.
En las últimas horas, el mayor avance que han realizado las tropas rusas en su cerco a Kiev ha sido la destrucción de depósitos de municiones cerca de la ciudad de Zhitomir, 150 kilómetros al oeste de la capital.
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«Los misiles de crucero Calibre de alta precisión lanzados desde el mar destruyeron grandes depósitos de municiones en las áreas de los asentamientos de Ushomyr y Veselovka, en la región de Zhytomir, desde donde se abastecía a un grupo de tropas ucranianas en los suburbios de Kiev», aseguró el lunes el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, quien aseguró que ayer las tropas rusas atacaron 41 objetivos militares ucranianos .