Guerra Ucrania-Rusia
Putin y Lukashenko ordenan reforzar militarmente sus fronteras con Ucrania
Sobre el papel, Rusia trata de evitar nuevos ataques ucranianos en su territorio y Bielorrusia se protege ante posibles represalias por facilitar la invasión, pero podría tratarse de una treta para realizar nuevas incursiones militares
En las últimas horas, tanto Rusia como Bielorrusia han ordenado el despliegue de tropas en zonas fronterizas con Ucrania. El país presidido por Vladimir Putin ha señalado que ello era debido principalmente a los bombardeos y ataques de artillería realizados desde suelo ucraniano.
También a causa de la entrada de supuestos «elementos nacionalistas y radicales de derecha» ucranianos que estarían introduciéndose en el país como «refugiados», según ha aseverado este jueves en una entrevista en el periódico ruso Rossiyskaya Gazeta el primer director adjunto y jefe del Servicio de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa, Vladimir Kulishov.
«Víctimas y destrucción»
«La situación sigue siendo difícil en este momento y se debe principalmente a los bombardeos sobre los guardias fronterizos rusos, así como a la realización de acciones de intimidación por parte de los nacionalistas ucranianos, al infligir ataques de artillería en la infraestructura fronteriza y los asentamientos en territorio ruso. Como resultado de lo cual hay víctimas y destrucción», ha indicado Kulishov.
Desde 2014 hasta el pasado mes de febrero, «la parte ucraniana llevó a cabo más de 40 acciones contra Rusia en la frontera estatal», según el responsable de fronteras ruso, aunque estos ataques se han multiplicado con el comienzo de la guerra.
Desde que el pasado 24 de febrero empezara la invasión, Rusia ha registrado decenas de nuevos ataques en su territorio, si bien algunos de ellos los ha calificado en muchas ocasiones como «accidentes». En uno de ellos murieron 17 personas.
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Sea alguno de estos sucesos realmente episodios fortuitos o no, la realidad es que los ataques ucranianos sobre territorio ruso son ya una realidad desde hace semanas y no solo en la frontera con el país gobernado por Volodímir Zelenski.
Rusia ha experimentado sabotajes en zonas del país muy alejadas de la linde ucraniana, muchos de ellos en infraestructuras militares, que bien podrían haber sido llevados a cabo por efectivos ucranianos, como los 250 presuntos saboteadores que Rusia calcula que han entrado en el país en estos tres meses de guerra.
Tensión en la frontera norte
Por su parte, desde la nación presidida por Aleksandr Lukashenko, aunque a día de hoy no se ha registrado ningún ataque, se temería que Ucrania piense en ejecutar represalias en respuesta al papel bielorruso en la invasión de su país. Cabe recordar que una de las vías de entrada de las tropas invasoras rusas fue precisamente desde allí. En concreto, la columna que trató de tomar Kiev, sin éxito.
En una reunión del Ministerio de Defensa de Bielorrusia, difundido a través de un vídeo por la agencia estatal de noticias Belta, Lukashenko señalaba este jueves que «lamentablemente se ha abierto una nueva dirección, como solemos decir, un nuevo frente, y no podemos dejar de prestar atención a esto. Ya hablamos de ello en una primera aproximación y el ministro de Defensa sugirió entonces que abriéramos otro comando operativo».
En 2021, Bielorrusia ya reforzó sus fronteras oeste y noroeste, las que comparte con Polonia y Lituania, respectivamente y recientemente ha realizado ejercicios militares en las mismas simulando ataques de sus Ejércitos.
La percepción de peligro, no obstante, sería actualmente mayor con Ucrania que con estos dos países miembros de la OTAN, a tenor de las palabras del presidente bielorruso. Según Lukashenko, las condiciones actuales en la linde sur del país son «de tiempo de guerra, pero sin guerra».
¿Un movimiento de distracción?
Hace dos semanas, Bielorrusia denunciaba que Ucrania había movilizado 10.000 soldados a su frontera, probablemente para evitar, precisamente, una nueva incursión desde Bielorrusia que tuviera, de nuevo, el objetivo de tomar la capital ucraniana.
A su vez, el Ministerio de Defensa británico informó hace solo seis días de que las tropas de Lukashenko estaban realizando «operaciones especiales» en su frontera con Ucrania, aunque precisaba que quizás respondiera a un movimiento de distracción para que las tropas de Zelenski perdieran capacidad militar para defender el Donbás, al movilizar tropas al norte del país.
El tiempo dirá si este refuerzo de tropas en las fronteras tanto de Rusia como de Bielorrusia se debe simplemente a un movimiento defensivo, a esa posible treta para tratar de culminar el control del este del país, como sostienen los británicos, o si en realidad hay algo más detrás, como la posibilidad de nuevas incursiones para intentar tomar Kiev, como ya sucedió el pasado mes de febrero.