Elecciones en Colombia
Fico, el 'showman' colombiano que promete combatir la criminalidad
De vestimenta relajada y discurso coloquial, el ingeniero civil de 47 años se presenta como el candidato «de la gente»
Bajo el foco de las cámaras, el entonces alcalde de Medellín cazaba delincuentes en vivo y en directo. Seis años después, Federico Gutiérrez se lanza a la presidencia de Colombia con una imagen fresca cercana a la gente y prometiendo combatir la criminalidad.
En enero de 2017, tres motociclistas asaltaron un vehículo en Medellín, la segunda ciudad más grande del país. Su entonces alcalde, también conocido como 'Fico', emprendió una feroz persecución para capturarlos mientras publicaba el paso a paso en sus redes sociales.
«La única opción es agarrar a estos tres cobardes», advertía Gutiérrez. Al día siguiente dio un parte de victoria rodeado de policías: «Tras más de 20 horas de operativos capturamos [a los] responsables», aseguró.
La escena se repitió en bucle a lo largo de su alcaldía (2016-2019) con persecuciones de delincuentes, capturas y publicidad.
Tiene dos hijos y es el candidato más joven del abanico de presidenciables
De apariencia relajada, jeans, calzado casual, cabello largo a la altura de la nuca y discurso coloquial, el ingeniero civil de 47 años se presenta como el «candidato de la gente».
Todas las encuestas lo perfilan como segundo en intención de voto para las elecciones presidenciales del 29 de mayo, por detrás del senador y exguerrillero Gustavo Petro.
Si ningún candidato alcanza más del 50 % de los votos este domingo, un balotaje el 19 de junio definirá el reemplazo del presidente Iván Duque, quien no podrá reelegirse por ley.
Padre de dos hijos y formado en una escuela del Opus Dei, Gutiérrez es el más joven del abanico de presidenciables.
«Uribe 2.0»
Vencedor de una coalición de fuerzas de derecha en las primarias del 13 de marzo, Gutiérrez promete mano dura contra rebeldes y ejércitos del narco que persisten en el prolongado conflicto colombiano tras la firma del acuerdo paz con la guerrilla FARC en 2016.
Debe «haber un Estado fuerte en contra de las estructuras criminales», dijo el exalcalde en entrevista con la Afp el 18 de mayo.
Aunque marcó distancia con el oficialismo, Gutiérrez recoge un discurso similar al que llevó al poder a Álvaro Uribe (2002-2010), impulsor del actual presidente Duque y político influyente que granjeó buena parte de su aceptación con una estrategia de lucha sin cuartel contra las guerrillas de izquierda.
Gutiérrez «intenta ser una versión 2.0 de Uribe», nacidos en la misma ciudad, con una personalidad de «saludar a todos por su nombre, generar empatía», «demostrar que está en el lugar de los hechos», tips que le dieron «mucho éxito» al exmandatario, explica a la Afp Andrés Ávila, politólogo de la Universidad Javeriana.
Y aunque 'Fico' se define en las antípodas de Petro, no logra «establecer un buen punto de diferenciación y es muy difícil descifrar» su discurso más allá del «respeto a la propiedad privada» y la seguridad, según el experto.
«Fico-show»
Muy activo en redes sociales, como alcalde de Medellín implementó una ambiciosa campaña comunicacional que resaltaba su desparpajo y cercanía con la gente.
Según la Fundación para la Libertad de Prensa esa «estrategia publicitaria» costó al menos 38 millones de dólares, el gasto en imagen más alto de todas las alcaldías del país entre 2016 y 2017.
Todos los martes a las 20 h se vestía de presentador de televisión y dirigía la emisión pública «Federico cuenta con vos».
«Aquí cualquiera llega, se arrima, pregunta», decía en uno de los programas junto a una vendedora informal. A veces, también, pedaleaba junto a famosos ciclistas o corría maratones.
Pero Luz María Múnera, concejal opositora de Medellín en esa época, señala que el llamado «Fico-show» en el fondo escondía «inexperiencia».
Pese a las críticas, terminó su gobierno como el alcalde más popular del país con casi el 85 % de aprobación
Es «una persona con dos personalidades», señaló Múnera a la Afp. Una en la «que maneja muy bien la imagen, las redes, que se quiere hacer ver como el bacán (agradable)» y otra en la «que cree que la sociedad tiene que ser obediente, casi que uniformada».