Putin se ensaña con Navalny: ordena su traslado a una prisión de terror
La familia del líder opositor, detenido desde enero de 2021, expresó su preocupación por el destino del superviviente al envenenamiento
Lo que no logró el Novichok, polonio o cualquiera de sus sucedáneos, lo intenta la justicia rusa que responde a Vladimir Putin. Alexei Navalny fue condenado por segunda vez y trasladado a una de las prisiones de máxima seguridad más terribles.
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El destino y el nombre de la misma, hasta hace unas horas, era un misterio para la familia y los abogados del opositor al régimen del Kremlin.
Rusia tardó en confirmar lo que era una noticia prevista «Navalny ha sido trasladado a una cárcel de régimen estricto, la IK-6, en la localidad de Melejovo, en la región de Vladimir». El anunció lo hizo el presidente de la Comisión de Supervisión Pública regional, Sergei Yazhan, en la agencia rusa de noticias Interfax.
Olga Mijáilova, abogada del líder opositor que logró sobrevivir a su envenenamiento gracias a los cuidados recibidos en Alemania, había denunciado la víspera que su cliente ya no estaba en «la prisión de Pokrov (región de Vladimir, a 200 kilómetros al este de Moscú)».
Kira Yarmysh, portavoz del político que decidió volver a su país pese a saber el riesgo que corría su vida, advertía: «Hay rumores de que ha sido enviado a la cárcel de máxima seguridad de IK-6 de Melejovo, pero es imposible saber si realmente está allí».
Esa prisión da miedo
Sus sospechas se confirmaron oficialmente esta mañana y sus temores persisten. «El problema con su traslado -advirtió- no es solo que esa prisión da miedo» es que «mientras no sepamos dónde está -advertía de conocer su paradero- sigue estando solo ante el sistema que ya ha tratado de asesinarlo una vez, por lo que nuestra principal tarea es localizarlo lo antes posible».
Identificado su destino sus temores difícilmente quedarán disipados. El periplo de Navalny y los últimos acontecimientos no parece que permitan hacer un pronóstico optimista a su destino. El líder opositor, detenido desde enero de 2021, fue condenado por supuesto fraude a dos años y medio de prisión, en un caso que se remonta a 2014.
Posteriormente, otro fallo judicial le impuso 9 años más de cárcel. Le acusaron de nuevo de fraude y de desacato, éste último cargo, del que se declaró culpable, fue por insultar a una juez y a la fiscal. El «careo» se produjo durante un juicio por calumnias contra un veterano de la Segunda Guerra Mundial (1941-1945) por un comentario en su cuenta Twitter en junio de 2020. Por esto, tuvo que pagar una multa de 850.000 rublos (cerca de 50.000 euros).
Navalny, considerado un héroe por los críticos al Kremlin y media humanidad, aprovechó en mayo, durante una vista telemática, para arremeter de nuevo contra Putin al que calificó de «loco» y reprochó haber iniciado «una guerra estúpida» en Ucrania.
«Esta asesinando a gente inocente en Rusia y en Ucrania», dijo pronunciando la palabra prohibidas por el régimen: guerra.