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David Castillo, el empresario hondureño que mandó asesinar a la activista que arruinó sus planes profesionalesTwitter / @HondurasNow

Historia de un crimen

22 años de cárcel para el magnate energético que mandó asesinar a una activista medioambiental

La hondureña Berta Cáceres fue asesinada por un equipo de sicarios, por su campaña para bloquear la construcción de un dique en territorio indígena

Berta Cáceres era una galardonada activista hondureña. En 2015, ganó el prestigioso Premio Medioambiental Goldman, o ‘Nobel Verde’, «por la campaña de presión con la que consiguió bloquear la construcción del dique hidro-eléctrico Agua Zarca, el más grande del mundo».

Un logro extraordinario, pero fatídico, que conduciría de forma directa a su muerte un año más tarde: en 2016, encontraron en su casa el cuerpo sin vida de Berta, perforado por los disparos. ¿El autor? Un escuadrón de sicarios, contratados por el ejecutivo que lideraba el malogrado proyecto del dique.

El proyecto del dique Agua Zarca

David Castillo, antiguo agente de la inteligencia de Honduras, y presidente de la compañía Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima (DESA), subcontrató a la empresa china Sinohydro, para construir juntos el dique Agua Zarza, proyecto valorado en 24.4 millones de dólares. Este mamotreto de hormigón estaba situado sobre el río Gualcarque, torrente sagrado para los indígenas Lenca, pertenecientes a la cultura Maya.

Cáceres fue, sin duda, la más vocal de las docenas de activistas que se enfrentaron a la DESA. Además de tramitar quejas oficiales, organizó un bloqueo en las carreteras de la zona, y así impidió que los operarios llegasen hasta el área de construcción. Su presión fue tal que los chinos de Synohydro, acusados por las comunidades locales de invadir sus tierras sin previa consulta, se retiraron de la operación. Sin su apoyo, el proyecto se desmoronó.

Tras perder el proyecto y una importante suma de dinero, a David Castillo no le quedaba más que la sed de venganza. Se valió de sus contactos militares, y de informantes de pago, para coordinar y planificar el asesinato de la activista que arruinó el que habría sido un éxito profesional.

La noche del 2 de marzo de 2016, un grupo de asesinos a sueldo se infiltró en el hogar de Berta Cáceres, que no estaba bajo ninguna protección del Estado. Armados con pistolas, dispararon hasta matar. La activista falleció, y dejó atrás un marido y cuatro hijos.

Justicia, seis años más tarde

No se hizo justicia hasta seis años más tarde pero, finalmente, un tribunal de Honduras ha sentenciado a David Castillo a 22 años y medio de cárcel. La investigación concluyó con el descubrimiento de que fue el empresario quien ordenó el asesinato de Berta Cáceres.

La fiscalía hondureña lo acusó de ser uno de los eslabones principales de la cadena que organizó y dirigió al escuadrón de sicarios, que incluyó tanto a asesinos a sueldo, como a antiguos miembros del ejército.

Y no es el único condenado a prisión. En 2019, siete personas más, incluyendo a otro ejecutivo de la empresa DESA, recibieron sentencias de entre 30 y 50 años entre rejas por su papel en el asesinado de Cáceres.