Hassan Iquioussen (Iz), fue administrador de la mezquita de Escaudain, en el norte de Francia (2004)
Francia expulsará a un imán radical a Marruecos
El Consejo de Estado, máximo tribunal administrativo de Francia, aprobó la expulsión del imán Hassan Iquioussen
Hassan Iquioussen «será expulsado del territorio nacional» en lo que supone «una gran victoria para la República» informó el ministro del Interior, Gerald Darmanin tras conocer el visto bueno del Consejo de Estado.
El caso llegó al máximo tribunal administrativo de Francia, después de que los jueces de París bloquearan la expulsión del imán, que el ministerio del Interior había ordenado en julio por un «discurso antisemita especialmente virulento» y por unos sermones que llamaban a la «sumisión» de las mujeres a los hombres.
Iquioussen, de 58 años, que nació en Francia pero tiene la nacionalidad marroquí, llega a decenas de miles de suscriptores a través de sus cuentas de YouTube y Facebook desde su casa en el norte de Francia.
Sus abogados habían solicitado inicialmente con éxito al tribunal de París el bloqueo de la orden de expulsión, alegando que crearía un «daño desproporcionado» a su «vida privada y familiar».
Según dijo la semana pasada en el Consejo de Estado un abogado del ministerio del Interior, Iquioussen «ha difundido durante años ideas insidiosas que son nada menos que una incitación al odio, a la discriminación y a la violencia».
La expulsión no infringe derechos
El juez que conoció de la solicitud de medidas provisionales del Consejo de Estado consideró que «sus observaciones antisemitas, formuladas durante varios años durante numerosas conferencias ampliamente difundidas, así como su discurso sobre la inferioridad de la mujer y su sumisión a los hombres constituyen actos de provocación explícita y deliberada a la discriminación o al odio que justifican la decisión de expulsión».
Así mismo, la resolución del Consejo de Estado también consideró que esta decisión «no infringe grave y manifiestamente ilegalmente la vida privada y familiar de Hassan Iquioussen» como alegaban sus abogados.
La abogada del imán, Lucie Simon, reaccionó en Twitter al considerar que esta decisión simbolizaba «un estado de derecho debilitado» y deploró «un contexto alarmante de presión del ejecutivo sobre el poder judicial».
«La batalla legal continúa, el Tribunal Administrativo de París tendrá que examinar el fondo del caso pronto, y Hassan Iquioussen está estudiando la posibilidad de remitir el asunto al TEDH nuevamente», agregó Simon.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se había negado a suspender la expulsión a principios de agosto, explicando que otorgaba medidas de suspensión provisional «solo en casos excepcionales», cuando el solicitante estaba expuesto «a un riesgo real de daño irreparable».
