Hispanoamérica
Daniel Ortega impone otra farsa electoral para designar alcaldes en Nicaragua
Al igual que el año pasado, donde 'ganó' la reelección frente a todos sus opositores encarcelados, ahora organiza una elecciones municipales para designar autoridades afines a su régimen
Con más de 200 presos políticos, 180.000 exiliados, 250 oenegés clausuradas y sobre todo tres partidos políticos opositores proscritos, el régimen de Daniel Ortega organizó unas elecciones municipales sin garantías mínimas de libertad, competitividad y transparencia.
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Este 6 de noviembre Nicaragua debería elegir 153 alcaldes y más de un millar de concejales para renovar las corporaciones municipales del país centroamericano; sin embargo, se ha convertido en una reedición de la farsa electoral con la que el mismo Ortega y su mujer Rosario Murillo se reeligieron el año pasado.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió que no se dan las condiciones para la celebración de elecciones municipales «libres y justas» en Nicaragua. Los comicios se celebrarán «en un contexto de represión contra la oposición política, con medidas destinas a impedir su participación y la ausencia de reformas para la reestructuración del Consejo Supremo Electoral (CSE) y la Ley Electoral», señaló en un comunicado.
En las últimas semanas este órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) asegura haber constatado un «recrudecimiento de la represión y persecución» contra opositores.
La misma organización constató «la falta de condiciones mínimas necesarias para la realización de elecciones libres, justas y competitivas, la comprobada ausencia de un sistema electoral independiente y la continuación de violaciones a los derechos humanos» contra cualquiera que se oponga al gobierno.
La prolongada detención de cientos de personas «tiene un efecto amedrentador en la población» de cara a los comicios municipales, denunció la CIDH
Además, la policía y miembros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) sustituyeron de facto a las autoridades de cinco alcaldías gobernadas por el opositor partido Ciudadanos por la Libertad.
Manipulación del padrón electoral
El CSE controlado completamente por el régimen sandinista de Ortega, ordenó dar de baja del padrón electoral a 755.000 ciudadanos que junto a la usurpación de las identidades de ciudadanos que aparecen inscritos como candidatos, incluidos presos, fallecidos, exiliados o ajenos a la política, destacan entre las anomalías de unos comicios que según la dictadura socialista, fortalecerá la «democracia popular».
En este contexto no sorprenderá que el gobernante FSLN, que actualmente controla en 141 de las 153 alcaldías, se adjudique la «victoria» con en todas las municipalidades incluyendo la capital Managua.
La capital nicaragüense, con casi 2 millones de habitantes y la principal plaza política del país después de la Presidencia, es administrada desde 2001 por el orteguismo.
Para intentar hacer pasar un proceso fraudulento como democrático, el orteguismo han creado y controlado otros cinco partidos políticos convertidos en «colaboradores» del régimen y que posiblemente obtendrán como recompensa un número pequeño de concejales en diferentes municipios.
Para Estados Unidos, los comicios municipales en Nicaragua serán «otra farsa» debido a que «se negará nuevamente a los nicaragüenses el derecho a elegir libre y justamente a sus autoridades municipales», tomando en cuenta que los líderes de la oposición permanecen «injustamente encarcelados o en el exilio, y sus partidos prohibidos».