El expresidente de Georgia y líder del Partido Conservador de este país, Mijaíl Saakashvil
Europa
El expresidente de Georgia denuncia que le están envenenando en la cárcel
Mijeíl Saakashvili ha reconocido que estaba «en cama todo el tiempo» y que sus huesos «se están desintegrando»
El expresidente de Georgia, Mijeíl Saakashvili, ha denunciado que está siendo envenenado en la cárcel. Desde el hospital, donde se encuentra internado y recibiendo asistencia médica por su delicado estado de salud, Saakashvili pudo ponerse en contacto con el medio británico Sky News a través de un cuestionario por escrito.
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La cadena de televisión afirma que les denegaron el acceso al hospital, pero que gracias a la mediación del abogado del expresidente pudieron entregarle una hoja con algunas cuestiones.
A la pregunta de si estaba al borde de la muerte, Saakashvili respondió: «Al principio pesaba 120 kilos, ahora tengo 64, si llego a pesar menos de 60 los médicos predicen un fallo orgánico múltiple».
«Es una escena horrible», describió Khachapuridze a Sky News. «Parece un prisionero en un campo de concentración de la Alemania nazi». Asimismo, el expresidente de Georgia se pronunció sobre las últimas protestas en el país contra la ley de agentes extranjeros y aconsejó a los manifestantes a mantenerse «muy vigilantes» ante el «ánimo vengativo del régimen de los oligarcas».
El Movimiento Nacional Unido (MNU), principal partido de la oposición en Georgia, que Saakashvili dirigió en el pasado, declaró que, aunque en general gozaba de buena salud en el momento de su detención, desde entonces ha sufrido pérdida de peso, dolores musculoesqueléticos y atrofia muscular «que pueden ser el resultado de un proceso infeccioso no diagnosticado o una posible intoxicación».
Saakashvili fue detenido en octubre de 2021 tras regresar a Georgia para tratar de apoyar a las fuerzas de la oposición antes de las elecciones municipales nacionales cuando fue condenado a seis años de prisión por abuso de poder.
Ocupó la presidencia durante dos mandatos, de 2004 a 2013, y lideró las protestas de la llamada Revolución de las Rosas que expulsaron al anterior presidente.
Ante la grave situación del expresidente de Georgia, Polonia y Ucrania se han ofrecido a acoger a Saakashvili para que reciba atención médica. Pero el Gobierno georgiano duda de que esté tan enfermo como dice y justifican que su liberación podría desestabilizar el país.
