Francia
Almuerzos privados y lavado de ropa a cargo del erario: cae el cacique de la Costa Azul
Hubert Falco, alcalde de Tolón, 180.000 habitantes, sede de la flota francesa del Mediterráneo y segunda ciudad más poblada de la Costa Azul después de Niza, ha sido condenado por encubrimiento de malversación de fondos públicos, a una pena –suspensiva– de tres años de prisión y cinco años de inhabilitación por sentencia del Tribunal de lo Penal de Marsella, dictada con ejecución provisional, que conlleva su cese inmediato de los mandatos electorales que desempeñaba. En la práctica significa el final de una carrera política de más de cuatro décadas, pues dentro de tres semanas cumplirá 76 años.
La justicia acusa al ya exalcalde de haberse hecho enviar a su domicilio particular almuerzos a su domicilio a cargo del Consejo Departamental del Var, provincia cuya capital es Tolón. Los menús eran cocinados diariamente –fines de semana incluidos– en la misma sede del Consejo y almacenados en un frigorífico especial, antes de ser llevados, también en un automóvil del Consejo Departamental, a casa de Falco por dos funcionarios a su exclusivo servicio. El Consejo Departamental se encargaba, asimismo, de lavado y planchado de ropa de Falco y su mujer.
Falco presidió el Consejo Departamental del Var desde 1994 hasta 2002. Ocurre, sin embargo, que siguió abusando de los medios de la institución hasta 2018, 16 años después de haberla dejado de encabezar. El coste para el erario provincial ha sido de alrededor de 1.600 euros mensuales. Como la parte de delito anterior a 2015 ya había prescrito, la Justicia ha cifrado en 64.500 euros la suma total de las cantidades desviadas.
Mas no es solo un problema pecuniario: como destaca en su última edición el semanario Le Canard Enchaîné, Falco, al más puro estilo caciquil, siguió ejerciendo presiones agobiantes sobre los que habían denunciado su sistema incluso después del inicio de la investigación judicial: la delegada de un sindicato local de funcionarios se querelló por amenazas de muerte. En cuanto al cocinero jefe del Consejo Departamental, Laurent Defraize, el que preparaba personalmente los almuerzos, fue encontrado muerto en marzo de 2020, habiéndose colgado en su casa, eso sí, vestido de una camiseta del Consejo Departamental. El testimonio de Defraize puso a Falco contra las cuerdas.
Lo que, tal vez, ignoraba era que su declaración iba a ser el detonante de una condena que iba a llevarse por delante a uno de los caciques más poderosos de Francia. Falco, de ascendencia italiana y directivo de pequeñas empresas, creció a la sombra de otro cacique, Maurice Arreckx, cuyos vínculos con el crimen organizado de la Costa Azul fueron demostrados por la Justicia y fue encausado por el asesinato de la diputada Yann Piat en 1994.
Ese mismo año, Falco le sucedió al frente del Consejo Departamental, que dejó en 2002, poco después de haber sido elegido alcalde de Tolón para enderezar el rumbo de la ciudad a raíz de la gestión catastrófica de su antecesor, el lepenista Jean-Marie Le Chevallier. Falco logró su objetivo, pero siguió con las prácticas caciquiles.