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Robert Hanssen

Robert HanssenAFP

¿Quién era Robert Hanssen, el espía que engañó durante años a Estados Unidos?

El exagente del FBI fue encontrado muerto en su celda el pasado 5 de junio

Robert P. Hanssen, ex agente del FBI que se declaró culpable de espiar para Moscú durante años en uno de los casos de espionaje más devastadores de la historia de Estados Unidos, falleció el 5 de junio en la prisión federal de máxima seguridad donde cumplía cadena perpetua, a los 79 años.

Hanssen fue hallado inconsciente sobre las 7 de la mañana, hora local, en el centro penitenciario estadounidense Florence ADMAX, en Florence (Colorado). Según un comunicado de prensa de la Oficina Federal de Prisiones, el espía recibió asistencia médica de urgencia, pero no pudieron hacer nada por su vida.

La nota no ofrece detalles sobre el motivo de su fallecimiento, aunque precisa que ningún preso ni miembros del personal de la cárcel resultaron heridos y que en ningún momento hubo peligro para el público.

Veterano agente de contrainteligencia, Hanssen trabajó durante 25 años en el FBI antes de ser detenido en febrero de 2001. Según admitió él mismo, empezó a vender secretos a los soviéticos en 1979 y continuó con sus actividades durante años.

Por la gravedad de su traición, Hanssen fue comparado con Aldrich H. Ames, el traidor de la CIA que se declaró culpable de espionaje y otros cargos en 1994. La actividad de Hanssen, según un informe del Gobierno estadounidense, fue «posiblemente el peor desastre de inteligencia de la historia de Estados Unidos».

Sus infracciones incluyeron comprometer la identidad de nueve agentes dobles, dos de los cuales fueron ejecutados posteriormente en Moscú, y revelaciones sobre los preparativos de una hipotética guerra nuclear de Estados Unidos, incluyendo dónde golpearía a los soviéticos y cómo respondería Washington a un primer ataque de Moscú.

Hanssen informó a los soviéticos de la existencia de un túnel de escucha bajo su embajada en Washington, lo que les permitió suministrar información inútil a las agencias de inteligencia estadounidenses durante años. En total, Hanssen entregó más de 6.000 páginas de material clasificado en «puntos muertos» de Washington y Nueva York.

La tapadera de Hanssen se empezó a descubrir en diciembre de 2000, cuando el FBI reclutó a un antiguo oficial de inteligencia del KGB al que pagó millones de dólares y proporcionó información sobre la existencia de un topo dentro de la inteligencia estadounidense.

Finalmente, el espía doble acabo confesando. «¿Por qué habéis tardado tanto?», preguntó mientras le esposaban y detenían por espionaje. Hanssen se declaró culpable en julio de 2001 de los cargos de espionaje, intento de espionaje y conspiración para cometer espionaje.

Los delitos que se le imputaban podían ser castigados con la pena de muerte, pero a cambio de su declaración de culpabilidad fue condenado a cadena perpetua.

Según apunta The Washington Post, cuando las autoridades preguntaron a Hanssen por qué había espiado, él respondió: «Miedo y rabia». «Miedo a ser un fracasado y miedo a no poder mantener a mi familia».

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