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08 de septiembre de 2024

Civiles muertos Kiev Ucrania

Víctimas civiles en las calles de KievAFP

494 días de guerra en Ucrania

La difícil o imposible misión de contar los muertos en Ucrania

Las cifras parciales ucranianas coinciden con el registro más reciente de la ONU, pero se teme que la cifra real sea «considerablemente mayor»

Oleksandr Remez sobrevivió milagrosamente a un ataque ruso contra la ciudad de Uman, centro de Ucrania, pero los misiles mataron a su mujer y destruyeron su apartamento.

A fines de mayo, un mes después del drama, parado frente a los restos del edificio, Oleksander Remez pidió que se contabilice y se nombre cada una de las víctimas de la guerra.

«No solo necesitamos los números, sino los nombres porque nadie debe ser olvidado», expresó entre lágrimas el hombre de 63 años.

Al menos 10.368 civiles murieron y 14.404 resultaron heridos desde la invasión iniciada en febrero de 2022, según el último balance oficial ucraniano.

«Se trata de las personas sobre las cuales hay certeza», afirmó Oleg Gavrysh, asesor del despacho presidencial ucraniano. «Lo más probable es que el balance sea cinco veces más grande. O sea, podría ser 50.000», agregó Gavrysh.

Las cifras parciales ucranianas coinciden con el registro más reciente de la ONU, que calculó 8.709 muertos y 14.666 heridos hasta finales de abril. La ONU también cree que la cifra real es «considerablemente mayor».

Establecer el costo humano total y preciso de una guerra enfrenta muchos obstáculos, pero los expertos lo consideran esencial para una eventual recuperación.

«Ellos (Rusia) deben ser responsabilizados por cada uno», sostuvo Remez cerca de un memorial para su esposa y otros 22, incluidos cuatro niños, muertos en el ataque del 28 de abril.

Los ataques aéreos rusos, como el fuego indiscriminado de artillería y misiles, han sido particularmente mortales en Ucrania, pero es difícil determinar a cuántos han matado.

Ocultar crímenes

Una ausencia clave en el saldo de víctimas es la falta de información de zonas ocupadas por Rusia, como el puerto de Mariúpol, donde decenas de miles de civiles habrían muerto.

La batalla por esa ciudad se convirtió en un símbolo de la resistencia ucraniana y sufrió niveles espantosos de destrucción y muerte. Los expertos temen que los autores de las matanzas de civiles podrían haber ocultado la evidencia.

«Tienen un incentivo para ocultar sus actos criminales», señaló Philip Verwimp, experto en demografía en situaciones de conflicto, sobre las acciones de los combatientes en tiempos de guerra.

En zonas destruidas por los combates, como Bajmut, que Rusia asegura haber tomado, también puede ser difícil establecer quién murió y quién huyó.

Ante ello, documentar un saldo puede tomar años, como ocurrió después de la guerra de Bosnia y las décadas de conflicto en Irlanda del Norte.

Un estudio de 2007 recopiló los nombres de unas 97.000 personas muertas en la guerra de Bosnia, de 1992 a 1995, un saldo muy inferior al que se había divulgado hasta entonces.

El Libro de los Muertos de Bosnia es considerado el análisis de datos más completo de la violencia que se dio tras el colapso de Yugoslavia.

Verwimp, quien participó en una revisión de los datos del libro, señaló que es crucial tener un número que se pueda verificar.

«Los ucranianos lo están haciendo rápidamente. Cuando recapturan aldeas ponen equipos de investigadores a documentar los crímenes de guerra rusos», agregó el experto.

«Nunca más»

Ucrania, desde el inicio de la invasión, ha registrado supuestas violaciones, desde matanzas de civiles hasta violencia sexual y la destrucción de casas o sitios culturales.

En medio de los combates, Ucrania no ha brindado un saldo de sus militares muertos, pero un documento filtrado del Pentágono señaló que hasta 17.500 soldados de Kiev habrían muerto en acción hasta febrero de 2023.

Verificar un saldo con nombres individuales puede brindarle algo de tranquilidad a las familias, dijo Jakub Bijak, un profesor de demografía que trabajó con la corte especial de la ONU para la ex Yugoslavia en determinar el balance de muertos en la guerra de Bosnia.

«Pero también (es importante) políticamente, para precisar cuánto perdió el país en una guerra», agregó Bijak. «Los números importan».

Pero para Oleksandr Remez es difícil llegar de un día al otro. El único pensamiento que le da consuelo es documentar la muerte de su esposa.

«Necesitamos saber todo esto, hacer todo lo posible para evitar que esto vuelva a ocurrir. Niños pequeños, bebés, ¿para qué están muriendo?», preguntó Remez.

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