El frente de guerra ucraniano vuelve a quedar congelado y paralizado al menos hasta primavera
Desde la conquista de Jersón hace un año, los frentes de la guerra de Ucrania permanecen paralizados a pesar de una sucesión de ofensivas y contraofensivas con altísimas bajas en ambos bandos
Hace un año, las fuerzas ucranianas celebraban la liberación de la ciudad de Jersón, en el sur. Pero desde entonces, la línea de frente apenas se ha movido a lo largo de sus mil kilómetros, pese a la contraofensiva ucraniana y los muchos ataques rusos.
Estos son los principales puntos calientes de un frente congelado en su mayor parte, tanto en el este como en el sur de Ucrania.
La barrera del Dniéper
Desde la liberación de Jersón el 11 de noviembre de 2022, el río Dniéper separa a las fuerzas ucranianas de las rusas en el sur del país. En la margen derecha se encuentran las tropas de Kiev, y en la izquierda las del ocupante ruso. Cada bando bombardea al otro continuamente.
El 6 de junio, cuando Ucrania estaba iniciando en el sur y el este una esperada contraofensiva, una explosión destruyó parcialmente la represa de Kajovka, situada en zona ocupada y río arriba, respecto a Jersón.
El incidente causó inundaciones de gran amplitud en ambas orillas. Kiev acusó a Moscú de haber dinamitado la infraestructura, para frenar el avance de sus tropas.
En los meses sucesivos no hubo grandes movimientos de tropas en esta parte del frente, y el Dniéper sigue siendo una barrera difícil de franquear.
Este otoño, las fuerzas ucranianas parecen haber logrado asegurar varias cabezas de puente sobre la orilla izquierda, y los rusos tampoco parecen capaces de echarlos. La duda es saber si esas avanzadillas ucranianas son lo suficientemente sólidas como para lanzar ataques más ambiciosos en territorio ocupado.
La decepción de Robotyne
A fines de agosto, y tras tres meses de combates, Ucrania creyó haber logrado en el sur un avance estratégico entre las líneas rusas, una compleja red de campos de minas, trincheras, túneles y trampas antitanque a lo largo de cientos de kilómetros.
Al tomar el pueblo de Robotyne, en la región de Zaporiyia, Kiev pensó que podría seguir empujando hacia las ciudades de Tokmak y Melitópol, para luego alcanzar la costa del mar de Azov y así cortar en dos el frente meridional.
Más de dos meses después, sin embargo, nada se ha movido. Las fuerzas ucranianas siguen bloqueadas en el sector de Robotyne, bajo el fuego enemigo, y según Kiev, el ejército ruso está de nuevo atacando en la zona.
Un poco más al este, las líneas rusas lograron aguantar durante el verano, cuando el Ejército ucraniano concentró sus ataques, a costa de muchas pérdidas, en torno al pueblo de Urojaine. Allí también los avances ucranianos se limitaron a unos pocos kilómetros cuadrados.
Bajmut, la batalla interminable
En mayo, después de 10 meses de batalla, Rusia reivindicó la toma de la ciudad. Pero la lucha continúa, ya que Ucrania lanzó una ofensiva en los alrededores, y recuperó algunos kilómetros cuadrados y varios pueblos cercanos a Bajmut.
Ofensiva rusa sobre Avdiivka
Lanzada a mitad de octubre, es la ofensiva más reciente lanzada por los rusos, que quieren conquistar esta ciudad industrial desde 2014, cuando ya Moscú estaba apoyando una rebelión prorrusa en el este de Ucrania.
Avdiivka se encuentra a 13 kilómetros al norte de Donetsk, la capital bajo control ruso de la región homónima. Desde hace nueve años, las fuerzas ucranianas están atrincheradas allí tras unas sólidas fortificaciones.
Las autoridades ucranianas dicen estar aguantando, pese al diluvio de fuego y algunos retrocesos frente a la ofensiva rusa lanzada el 10 de octubre.
Avdiivka cuenta aún con unos 1.600 habitantes, muy por debajo de los 30.000 que tenía antes de la invasión rusa.
La ambición rusa de reocupar Kupiansk
Kupiansk fue ocupado poco después de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022. Pero en septiembre del mismo año, la ciudad y la región de Járkov fueron liberadas al cabo de una ofensiva sorpresa de las tropas ucranianas.
En julio de este año, el Ejército ruso, a la defensiva en otros puntos de Ucrania, lanzó un ataque sobre Kupiansk.
Ucrania decidió evacuar a civiles de numerosos pueblos de los alrededores, mientras que Moscú ha arañado terreno y bombardeado sin descanso. En uno de esos ataques con misiles, 59 personas murieron el 5 de octubre en el pueblo de Groza.
Sin embargo, y después de tres meses de esfuerzos, los soldados rusos tampoco lograron un avance significativo.