Bielorrusia participa en la limpieza étnica de Putin en Ucrania al deportar a miles de niños
Bielorrusia está participando de forma activa en los planes rusos de limpieza étnica de los territorios ucranianos ocupados mediante la deportación de miles de niños a territorios rusos y bielorrusos.
Según una nota del Departamento de Estado de Estados Unidos, «más de 2.400 niños de entre seis y 17 años han sido trasladados desde las regiones ocupadas por Rusia en Ucrania a Dubrava y a otras 12 instalaciones en Bielorrusia».
Dubrava es un campamento de internamiento dependiente de los servicios de seguridad bielorrusos donde, al igual que en otras instalaciones similares «se somete a investigación policial, reeducación cultural y entrenamiento militar» a los internos de acuerdo «a los intereses políticos de Bielorrusia y Rusia», apunta el informe del Departamento de Estado.
Informe elaborado por el Observatorio de Conflictos, en el que participa el Departamento de Estado, asociado con el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale.
Según dicha investigación, «estas operaciones se coordinan al más alto nivel en ambos gobiernos y las facilitan las fuerzas de seguridad y los grupos ultranacionalistas de cada país».
Bielorrusia y Rusia son estrechos aliados, alianza que se ha profundizado, hasta el extremo de convertir Bielorrusia en una mera comparsa del Kremlin, tras las revueltas opositoras en Bielorrusia en 2020 y 2021 y, sobre todo, tras el inicio de la guerra de Ucrania en 2022.
El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, tiene una absoluta dependencia del Kremlin y del presidente ruso, Valdimir Putin, para garantizar la supervivencia de su régimen, lo que le ha llevado a ceder su propio territorio a los intereses rusos para lanzar tanto la invasión a Ucrania del 24 de febrero de 2022 como para acoger a los mercenarios del Grupo Wagner expulsados tras la rebelión de Prigozhin.
Estos niños «son reubicados en Bielorrusia o Rusia sin el consentimiento de sus familias o sin un plan establecido para su futuro regreso a casa».
«Miembros del Ejército y del gobierno rusos han deportado a cuentos de miles de civiles ucranianos a Rusia, incluidos niños que han sido separados por la fuerza de sus familias», denuncia el informe del Departamento de Estado.