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Manifestación en Madrid contra la violencia sexual de Hamás y por la liberación de los rehenes

Manifestación en Madrid contra la violencia sexual de Hamás y por la liberación de los rehenesDaniela Brik

Madrid recuerda a las israelíes violadas y secuestradas por Hamás ante el olvido del «feminismo oficial»

La comunidad israelí y judía reclaman la condena política y social de la violencia sexual practicada por Hamás

Alejadas de las multitudinarias manifestaciones que aglutinan a miles de personas en las calles el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, decenas de personas se dieron cita este viernes en la céntrica Plaza de Felipe II de Madrid para condenar la violencia sexual practicada por Hamás el 7 de octubre contra mujeres israelíes y de otras nacionalidades, en el pogromo más cruento documentado contra judíos desde el Holocausto.

La protesta fue convocada por el Foro de los Familiares de Rehenes y Desaparecidos, en colaboración con seis entidades judías y se vio marcada por un silencio rotundo, roto por algunos discursos, una emotiva canción a favor de los rehenes retenidos por Hamás y los himnos de España e Israel.

Se trató de reflejar el mutismo que ha sentido y siente la comunidad judía española y la israelí residente en el país por las autoridades, instituciones internacionales y una buena parte de la sociedad ante su sufrimiento.

«Todas somos mujeres, no somos excluyentes unas de otras. Me extraña mucho que seamos prácticamente todas judías, que ningún representante oficial ni ninguna mujer del mundo de la cultura, de la política estén hoy aquí», expresó a El Debate Eva Leitman, nacida en Budapest hace casi 80 años y superviviente del Holocausto.

Sujetando un cartel con los rostros de los más de 130 rehenes en poder de Hamás achacó la falta de empatía que percibe hacia la situación de las mujeres judías y no judías víctimas de la organización terrorista a que «la opinión pública le ha dado la vuelta, y de ser víctimas el 7 de octubre de una masacre absolutamente sin nombre, ahora somos culpables de todo».

El espacio público estuvo flanqueado por una exhibición fotográfica que ya ha sido expuesta en otros puntos de la capital española y varias ciudades del mundo.

Velas y ropa interior ensangrentada acompañaron las impactantes instantáneas de cuerpos de mujeres con sus ropas hechas jirones, pantallazos de vídeos difundidos por Hamás en redes sociales y documentos encontrados a los propios terroristas en los que se indicaba, entre otras instrucciones, cómo ordenar en hebreo «bájate los pantalones» como señal inequívoca de sus viles intenciones.

Las leyendas que acompañaban las fotografías incidían en las atrocidades practicadas a las mujeres exhibidas como trofeos de guerra o convertidas en recursos para sembrar el terror y provocar el mayor daño posible.

Escandalizados por la falta de mención

Entre los participantes en la manifestación se encontraba el presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, quien aseguró sentirse «escandalizado ante la falta de mención en esta campaña del 8 de marzo a las mujeres asesinadas en Israel».

«El acto del 7 de octubre fue una masacre terrorista, que además fue misógina y antisemita. Fue sádico y las violaciones han continuado con las mujeres secuestradas que han sido reiteradamente violadas», añadió Ibarra

El experto valoró que «hay como un antisemitismo latente que invade instituciones y sociedad a nivel internacional, un antisemitismo global que es capaz de justificar una masacre terrorista que fue un crimen de lesa humanidad».

El ministro consejero de la legación diplomática israelí en España, Dan Poraz, leyó un breve discurso en el que manifestó que la izquierda radical guarda silencio «frente a la violación sistemática y la violencia sexual que sufrieron las mujeres israelíes en la masacre de Hamás el 7 de octubre».

«La ONU tardó 5 meses en reconocer estos crímenes, confirmar lo que ya se conocía desde octubre. Esta semana la ONU emitió un informe afirmando que el 7 de octubre Hamás utilizó sistemáticamente la violación y el abuso sexual como acto de guerra. Las mujeres fueron atacadas, violadas, mutiladas y en la mayoría de los casos asesinadas».

Poraz detalló que el informe de Naciones Unidas también afirma que «hay motivos sólidos para creer que las mujeres cautivas en Gaza todavía están sometidas a violencia sexual», antes de enumerar, una a una, los nombres de las retenidas y exigir su liberación.

Por su parte, el Observatorio contra el Antisemitismo y la Misoginia lanzó esta semana una carta abierta rubricada por al menos cuarenta organizaciones lideradas por mujeres en España y otros países para denunciar lo que considera el silencio y la impasividad de organismos internacionales ante los atroces crímenes sexuales.

«Además del dolor de la barbarie en sí, duele y enoja enormemente el silencio de las organizaciones feministas ante estos hechos. Silencio premeditado que va desde las organizaciones supranacionales como ONU Mujeres, la ONU o la Cruz Roja, hasta el de los gobiernos y personas en posiciones de poder y liderazgo social y, lo que crea más dolor y extrañeza, de los colectivos feministas que lejos de defender los derechos de todas mujeres han decidido callar y convertirse en feministas selectivas», reza el documento.

La directora de la Asociación de Centros de Crisis por Violación en Israel (ARCCI, por sus siglas en inglés), Carmit Klar, explicó a El Debate sobre un reciente informe del que es autora, que evaluó el calado de la violencia sexual practicada por Hamás, que este tipo de agresiones se realizaron de manera sistemática y siguiendo patrones muy concretos.

«Las agresiones tuvieron lugar en el festival de música, en bases militares y los kibutz cerca de Gaza. Analizamos los patrones que siguieron los terroristas de Hamás y son similares, lo hicieron una y otra vez. La imagen completa fue la intención sistemática de dañar y ofender a víctimas y allegados», señaló, al afirmar la importancia de condenar y reconocer estos hechos como paso fundamental sin el cual no puede haber reparación posible.

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