Israel calibra su respuesta tras superar con éxito su primer desafío directo de Irán

Israel calibra con cautela su respuesta al ataque sin precedentes lanzado por Irán, que ha medido su sistema defensivo aéreo, su inteligencia cuestionada desde el 7 de octubre y, sobre todo, ha mostrado que no sólo su principal aliado, Estados Unidos, sino otros países como Reino Unido, Francia y Jordania están en el mismo barco.

«Muchos venían cuestionando la reputación de Israel en la región desde el 7 de octubre. Pero (tras el ataque de Irán) ha mostrado nuevamente sus capacidades y habilidades en términos de inteligencia y a nivel operativo», expone a El Debate el director del Centro Moshe Dayan para estudios de Oriente Medio y África, Uzi Rabi.

Este profesor y veterano investigador del Centro para Estudios Iraníes de la Universidad de Tel Aviv considera que la respuesta coordinada al ataque de Teherán ha puesto de manifiesto que «Israel es un jugador muy poderoso en la región».

En ese sentido, menciona que aquellos estados árabes que «estaban apostando por la carta israelí en los Acuerdos de Abraham (Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Marruecos y Sudán) tienen ahora otro indicador de que cuando se trata de la defensa regional es mejor situarse del lado de Israel».

Irán lanzó anoche un centenar de misiles balísticos, 30 de crucero y 300 drones suicidas, gran parte de los cuales fueron interceptados en plena trayectoria fuera del espacio aéreo israelí, y otros en pleno vuelo en diferentes puntos de Israel.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha asegurado que el 99 % de los aparatos aéreos no tripulados lanzados por Irán han sido neutralizados, lo que calificó de «éxito estratégico».

En opinión del experto, la respuesta israelí habla por sí misma en cuanto a la eficacia de interceptaciones. «Fue muy profesional, especialmente en lo que se refiere al desafío de los misiles», comentó antes de referir que, gracias a ello, muchos israelíes tienen la sensación hoy de que pueden rebajar algunos de los temores que albergaban durante años.

El ataque lanzado por Irán quiso dejar sentado cuál es la diferencia entre el régimen chií que se encuentra en plena expansión hegemónica por varios países árabes de Oriente Medio, y sus aliados.

De hecho, Teherán había anunciado que iba a llevar a cabo su respuesta al bombardeo a un inmueble considerado supuestamente una sección consular de su sede diplomática en Damasco, que albergaba una reunión de varios miembros de la Guardia Revolucionaria iraní.

Ese anuncio se interpretó también como un aviso a las guerrillas sucursales a las que apoya para que le dejaran actuar solo.

«Lo que Irán hizo es mostrar que todo el mundo sepa cuál es la diferencia entre sus aliados, hutíes, Hizbulá, Hamás y compañía, y la cabeza del eje», argumentó Rabi.

¿Qué podemos esperar de Israel?

Israel ha prometido responder de la misma manera si era atacado por Irán y este tipo de advertencias en la región deben ser cumplidas para recuperar su capacidad disuasoria, pero el dilema, según Rabi, es que la represalia «no debería ser tan penetrante».

«Debes hacer algo porque lo has dicho, pero, al mismo tiempo, debe ser una respuesta bien preparada, precavida y coordinada por adelantado con Estados Unidos, incluso aunque no vaya a tomar parte en ello», argumenta.

«En mi opinión será muy calibrada y bien medida y no necesariamente en los próximos días porque llevará tiempo a nivel operativo y político».

En el terreno político dos fuerzas contraponen sus argumentos respecto a cuál debe ser la respuesta a Irán: Aquellos partidarios de responder con contundencia al régimen iraní y otros que defienden que es conveniente aprovechar el momento para fortalecer la coalición estratégica que contribuyó a mitigar el ataque en apoyo a Israel.

«Por primera vez desde el 7 de octubre sentimos que el mundo entiende de lo que estamos hablando. El hecho de que muchos drones fueran derribados por Estados Unidos, Reino Unido y Jordania antes de llegar a Israel expone quiénes están de vuelta con nosotros», manifestó a El Debate Mario Karpuj, rabino de la Comunidad Judía Masortí Bet-El de Madrid.

Tras pasar una tensa noche en el refugio de su vivienda de Jerusalén con varios miembros de su familia, entre ellos, su nieta de dos años, el rabino calificó de «ciencia ficción» el hecho de que la Fuerza Aérea jordana interviniera para derribar los proyectiles disparados desde Irán, algo impensable hace 20 o 30 años.

«Se debe responder a Irán, pero de alguna manera de forma estratégica y utilizando en este momento este buen momento para mostrar al mundo de qué lado hay que estar», sentencia.

Las explosiones de las interceptaciones sobre Jerusalén fueron muy estruendosas y los testimonios coinciden en señalar que las sirenas se activaron después de las primeras deflagraciones.

Probablemente, porque algunos de los misiles fueron interceptados a gran altura por el Jetz 3, el sistema israelí más avanzado del mundo para la interceptación de misiles balísticos.

«Los escuchábamos muy fuerte, como si estuvieran encima de nuestras cabezas», expresa Karpuj, de origen argentino y cuatro años residiendo en Israel en los que ha vivido ya varias andanadas lanzadas desde Gaza por Hamás.

Sobre las imágenes de los misiles iraníes sobrevolando la ciudad vieja de Jerusalén, que alberga los principales santuarios monoteístas, el rabino afirma que «habla de cuánto les importa los lugares sagrados de su propia tradición».

Otra vecina de la ciudad de nacionalidad española, Miriam Levy, relató a El Debate que la verdadera angustia se produjo las cuatro horas anteriores a la llegada de los proyectiles.

Su marido observó con sus propios ojos el arribo de los misiles, algo parecido a lo que sería «el cielo iluminado con numerosos ovnis, muy surrealista», añadió Levy, quien recibió a uno de sus hijos y sus tres nietas pequeñas en casa en el momento justo en que se activaron las alarmas.

«La madrugada que hemos vivido y la cantidad de misiles disparados por Irán nos provocó la sensación de estar viviendo algo fuera de lo común, parecía como una película», comentó la testigo.

Tras el primer ataque a pecho descubierto de Irán que ha sido neutralizado con éxito por Israel y sus aliados, la población trata de retomar la normalidad –aunque los centros educativos estén cerrados–, consciente de que no está todo dicho, ni por parte de Israel ni del régimen de los ayatolás.

«Hoy estamos un poco más tranquilos porque confiamos en el Ejército, la verdad. No tenemos de otra», sentencia esta vecina de Jerusalén.