Todas las claves sobre Járkov, la plaza que Ucrania y Occidente no quieren dejar caer en manos de Rusia
Una batalla por la ciudad podría ser la más sangrienta de esta guerra. Járkov, que abarca unos 350 km2 y alberga a alrededor de 1,3 millones de personas
Hace dos años, Rusia intentó capturar sin éxito la ciudad de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y capital del país durante la era soviética. Ahora, desde hace unas semanas, Moscú lanzó un segundo intento para conquistarla y parece que está avanzando hacia ese propósito.
Si Járkov cayera en manos rusas, Ucrania no solo perdería más territorio sino también una de sus ciudades clave desde el punto de vista económico y cultural y que ha llegado a simbolizar la resistencia ucraniana contra la invasión rusa.
Una batalla por la ciudad podría ser la más sangrienta de esta guerra. Járkov, que abarca unos 350 kilómetros cuadrados y alberga a alrededor de 1,3 millones de personas, tienen el tamaño aproximado a Lugo y una población equivalente a la de Cádiz.
Cuando la guerra llegó a la región de Donbás en 2014, Járkov se convirtió en un punto focal para las fuerzas armadas y los voluntarios ucranianos. La región de Járkov heredó varias instalaciones militares de la era soviética, incluido un depósito de armas y una base aérea.
Si bien la ciudad tiene varias líneas defensivas, el área circundante no y Rusia, hasta ahora, tiene la ventaja estratégica de que puede disparar contra Járkov y casi toda la región desde dentro de su territorio.
Sin embargo, desde este viernes, esto cambiará, pues varios países de la OTAN encabezados por EE.UU. dieron luz verde para que Ucrania pueda usar las armas que le han cedido para atacar objetivos en territorio ruso, para defender y mantener sus posiciones en principalmente en Járkov.
«Todos esperamos que esto se haga de acuerdo con la ley internacional y de manera responsable», dijo el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, a su llegada este viernes a una reunión informal de ministros de Exteriores aliados.
La apertura de los aliados occidentales a que las fuerzas de Kiev puedan defenderse atacando posiciones en territorio fronterizo ruso llega tras el anuncio del Kremlin de que tan solo en el mes de mayo sus fuerzas tomaron 28 localidades en la región de Járkov, y avanzaron entre 8 y 9 kilómetros en este sector del frente.
«Gracias a las acciones valientes y profesionales de nuestros militares este mes fueron liberadas 28 localidades», afirmó el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, durante su intervención en el consejo de ministros de Defensa de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) celebrado en la ciudad kazaja de Almaty.
Beloúsov indicó que «las fuerzas rusas expulsan al enemigo de las posiciones que ocupa. Avanzan en todas las direcciones tácticas».
«En los importantes sectores de la región de Járkov el enemigo retrocedió entre ocho y nueve kilómetros», dijo el militar ruso, al señalar que desde principios de año «el Ejército ruso pasó a controlar 880 kilómetros cuadrados de territorio».
Precisamente, anoche, la ofensiva rusa contra la ciudad de Járkov provocó la muerte de cuatro civiles tras el ataque con cinco misiles S-300 y S-400 probablemente lanzados desde territorio ruso.
Tres de los fallecidos perdieron la vida al alcanzar uno de los misiles un edificio de cinco plantas en el que también sufrieron heridas de diversa consideración 25 personas.
La otra víctima mortal perdió la vida al impactar un misil en una infraestructura industrial de dos plantas, según informó el jefe de la Administración Militar de la región de Járkov, Oleg Siniegúbov, en su cuenta de Telegram.