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Luiz Inacio Lula Da Silva y JavierMilei

Luiz Inacio Lula Da Silva y JavierMilei

Crisis diplomática entre Argentina y Brasil

Lula da Silva corta relaciones con Milei hasta que no le pida perdón

Milei, el líder sudamericano mejor valorado, esquiva por ahora el conflicto con Lula da Silva, el tercero en el ranking

E

l Gobierno de Argentina salía al paso esta semana sobre un conflicto repleto de desplantes, amenazas veladas e insultos directos que se lanzan como dagas voladoras entre Lula da Silva y Javier Milei.

Manuel Adorni, el portavoz gubernamental argentino en conferencia de prensa, declaraba refiriéndose a su jefe: «No ha cometido nada de lo que tenga que arrepentirse». Para proseguir con un irónico: «Al menos por ahora», desde la Casa Rosada (sede del Ejecutivo).

Lula, por su parte, acaba de reclamar unas «sinceras disculpas» por, según sus palabras: «Las tonterías que dijo Milei sobre mí». El presidente brasileño ha confesado, en el portal UOL, que corta cualquier tipo de contacto con el mandatario argentino hasta que no le ofrezca un perdón sincero. En una posición calificada como infantil por diversos analistas políticos.

Reclamo unas sinceras disculpasLula da SilvaPresidente de Brasil

El mandatario brasileño no ha querido especificar a que insultos se refiere. Supuestamente se ha tenido que retrotraer a la campaña de Milei que finalizó en septiembre de 2023.

El gobernante brasileño juega el papel de víctima al declarar a los medios que «no será quien siembre cizaña». Haciendo hincapié en la importancia recíproca como socios comerciales.

Esta frase no es la única provocación que se ha cometido. Ya que el exreo no asistió a la toma de posesión de su homólogo argentino.

Además, a esto se une que hace dos meses definió a la derecha como «una amenaza para la democracia en el mundo» personalizando el ejemplo en el mandatario argentino. «¿Quién está hoy en contra del sistema, que lo critica todo? Milei en Argentina», sentenció.

Relación bilateral histórica dañada

A ambas naciones les une la frontera de 1.132 kilómetros por la que discurren el paradisiaco río de Paraná y las afamadas cataratas del Iguazú. Sin embargo, les separa un abismo ideológico que hace varios días Mauro Vieira, como ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, se afanaba en minimizar. E incluso se atrevió a valorar la relación bilateral como histórica de alto nivel por ser camaradas inseparables.

Un comentario convenido ya que Brasil es el primer socio comercial de Argentina y el cuarto inversor extranjero en el país.

Quizá este viraje en las relaciones diplomáticas se deba a un intento desesperado por reestablecer una unión trascendental para ambos tótems. Recordemos que representan el primero (Brasil) y el segundo (Argentina) en extensión geográfica de Sudamérica.

Y así intentar aplacar los exabruptos de Luiz Inácio Lula da Silva. Sus comentarios quizá se deban al entendimiento del argentino con Jair Bolsonaro, contrincante acérrimo para Da Silva, pero amigo de Milei. Hay que destacar que el expresidente brasileño visitó a Milei el primer día tras su victoria electoral.

Condenados a entenderse

Aún así, la maltrecha relación bilateral viene de lejos, tal y como se demostró en la última reunión del G-7 donde no se tomaron ninguna fotografía y sólo existió «un encuentro casual».

Como países hermanados (sobre todo económicamente) no les va a quedar otra que verse las caras el próximo 8 de julio en Asunción (Paraguay) por la reunión de Mercosur. Asistirán Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Tanto Milei como Lula han confirmado su asistencia. Seguiremos informando.

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