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MontecassinoHermann Tertsch

La gran cita del narcocomunismo en Honduras

En el país centroamericano tiene lugar la Cumbre de Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla que coordinan la ideología socialista, la subversión política y el crimen organizado

Actualizada 04:30

El gran alarde de desprecio a la voluntad popular que está siendo en Bruselas la siniestra operación de la oligarquía de la Unión Europea para imponer a Ursula von der Leyen como presidente de la Comisión Europea y una coalición para una política de izquierdas no es el único evento antidemocrático que se celebra estos días en el mundo.

Cierto que los medios se han centrado, la mayoría con aplausos, en la traición del Partido Popular Europeo al masivo giro conservador del voto en las 27 naciones de la UE al forjar de nuevo una coalición con toda la izquierda, los perdedores de las elecciones, para continuar la política de los pasados cinco años de resultados desastrosos. Lo que esperemos traiga una reacción masiva de las fuerzas nacionales, soberanistas y realmente conservadoras, también de las que aún queden en el Partido Popular Europeo.

Con poca atención en los medios, lejos de Bruselas, en Honduras concluye hoy una siniestra pero monumental cumbre de dictadores, gobiernos narcocomunistas, gobiernos aun disfrazados de «progresistas», aspirantes a tiranos, terroristas, grupos subversivos, jefes de cárteles de la cocaína con disfraz ideológico y conseguidores diversos de las amplias redes de ONGs que esa simbiosis del movimiento comunista y el crimen organizado tiene montadas en toda América y también en Europa. Se reúnen el Foro de Sao Paulo (FSP), el Grupo de Puebla, la Internacional Progresista que viene a ser la sucursal norteamericana del Foro de Sao Paulo y la CELAC, otro invento del FSP para imponer criterios ideológicos a la alianza de estados iberoamericanos al margen de la OEA.

Allí están los criminales Nicolas Maduro y Daniel Ortega y por supuesto su buen amigo José Luis Rodriguez Zapatero, el asesor de los asesinos del régimen venezolano y asesor también del jefe de gobierno de España, Pedro Sánchez. Allí estará Lopez Obrador experto a gobernar con cárteles de la droga y Gustavo Petro que está aprendiendo de él y de Maduro. No faltan Evo Morales ni Ernesto Samper ni Rafael Correa. Allí están miembros de todas las franquicias de estas multinacionales del narcocomunismo que se mueven por la política iberoamericana y europea.

El Foro Madrid ha denunciado este encuentro que es además de un gran acto de coordinación de fuerzas contra las fuerzas de la libertad desencadenadas por el triunfo de Javier Milei en Argentina y los temores a perder a ese gran aliado que ha sido de hecho la administración de Joe Biden para las fuerzas totalitarias y narcocomunistas iberoamericanas. La victoria de un Donald Trump con una agenda madurada contra la penetración rusa, china e iraní en el continente americano produce terror en las capitales del Foro de Sao Paulo, Cuba, Venezuela, Colombia y Brasil a la cabeza.

El objetivo oficial del encuentro es conmemorar el 15° aniversario de la destitución del expresidente Manuel Zelaya -esposo de la actual presidente- quien en el año 2009 por órdenes de Hugo Chávez, intentó perpetrar un golpe de Estado a través de la modificación ilegal de la Constitución hondureña para perpetuarse en el poder. Se quiere imponer un falso relato, según el cual Zelaya fue víctima de un golpe de Estado, cuando en realidad fue destituido por asaltar el orden constitucional.

Están en Tegucigalpa muchos cientos de participantes socialistas y comunistas de ambos lados de Atlántico, muchos vinculados y también condenados por un sinfín de delitos: desde corrupción, pasando por estupro, por supuesto narcotráfico y hasta secuestros y asesinatos.

Marcada presencia de la llamada «Internacional Progresista» controlada por Bernie Sanders, cuya misión es legitimar las tiranías de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y abrir camino a nuevos regímenes contrarios a la libertad, los derechos fundamentales y la soberanía de las naciones. La radicalización de la izquierda norteamericana ha sido de gran ayuda a los regímenes narcocomunistas y así también a la facilidad de la penetración por parte de China, Rusia e Irán que suponen una amenaza estratégica masiva contra EE.UU. Parte considerable del Partido Demócrata se ha convertido así de hecho en una quinta columna de los enemigos fundamentales de EE.UU.

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