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Palestinos desplazados toman la carretera costera de Rashid para regresar a la ciudad de Gaza

Palestinos desplazados toman la carretera costera de Rashid para regresar a la ciudad de GazaAFP

La versión de Israel sobre el relato palestino e internacional del hambre en Gaza

Famine Review Comittee, la comisión especial de la ONU para evaluar la situación en la Franja, ha reconocido que es más cierto hablar de «riesgo de hambre»

La guerra entre Israel y la organización terrorista Hamás no se libra solamente en el campo de batalla sino también en el mundo de la información… o la narrativa. En este plano, parece claro que el ganador, por ahora, es Hamás que ha logrado imponer en numerosos medios de comunicación y en las redes sociales, versiones que nunca demostró, pero que son repetidas inclusive por organizaciones internacionales.

Probablemente el ejemplo más notorio, que surgió hace meses y que vuelve una y otra vez, es la acusación a Israel de que mata de hambre y sed a los palestinos. Hamás lo dijo, distintas agencias de las Naciones Unidas lo repitieron durante meses y cuando una comisión especial de la ONU formada para estudiar el tema (Famine Review Comittee) reconoció hace algo más de una semana que no tenía elementos para confirmarlo, pasaron a hablar de «riesgo de hambre». Es una noción abstracta que no requiere pruebas de nada, pero que causa de todos modos una impresión muy negativa.

No alega que no haya dificultades ya que lo que hay en el terreno es una guerra, pero sí desmiente rotundamente no sólo que tenga intención de provocar hambre entre la población sino también que exista en la práctica una situación de hambre.

Uno de los datos más concretos es la gran cantidad de ayuda humanitaria que entra a la Franja de Gaza por varias vías, todas ellas facilitadas y coordinadas por Israel.

Hasta el 26 de junio entraron a Gaza más de 549.600 toneladas de alimentos y 40.035 toneladas de agua

Según datos oficiales de COGAT, un brazo del Ejército israelí dedicado enteramente a la coordinación y enlace en relación a las necesidades de la población civil palestinas tanto en Gaza como en Cisjordania, desde el comienzo de la guerra, hasta el martes 26 de junio, entraron a Gaza más de 549.600 toneladas de alimentos y 40.035 toneladas de agua. Esto, además de 24.835 toneladas de suministros médicos y de higiene y otros tipos de ayuda. Todo esto, en más de 38.200 camiones de ayuda humanitaria.

A menudo, COGAT publica en su cuenta en la red social X fotos de enormes cantidades de paquetes de ayuda humanitaria que se hallan del lado gazatí, pero que no son recogidos por personal de la ONU para ser distribuidos entre la población civil. Suele hacerlo cuando el organismo mundial acusa a Israel de complicar la introducción de ayuda, a lo que COGAT responde mostrando que «el problema es falta de motivación de la ONU para cumplir con su parte del trabajo», alegando fuentes oficiales que «parece que es más fácil acusar a Israel».

De fondo hay una situación ambivalente. Por un lado, Israel sostiene que numerosos elementos en la comunidad internacional repiten con ligereza lo que dice Hamás sin confirmar si sus afirmaciones tienen fundamento y por otro, destaca que coordina con organizaciones mundiales la introducción de ayuda humanitaria. Puede parecer contradictorio, pero es ineludible.

Pasillos humanitarios

Así lo afirmó COGAT en respuesta a preguntas planteadas por este diario en relación a la ayuda humanitaria, especialmente a alimentos que la población palestina necesita: «En medio de los combates, el Estado de Israel opera en coordinación con Estados Unidos, Egipto y la comunidad internacional, junto con agencias internacionales de ayuda para facilitar la entrada de ayuda humanitaria en pro de los residentes de la Franja de Gaza, de acuerdo a los requerimientos de la población civil y a las condiciones operativas en el terreno».

Según este brazo del ejército encargado de los temas civiles, una forma de garantizar que haya suficiente ayuda es multiplicar las vías de acceso. Se ha ampliado el horario de funcionamiento del pasaje fronterizo Kerem Shalom en la parte sur, se han abierto dos pasos en el norte, entró ayuda a través del corredor marítimo desde Chipre y se puso en funcionamiento también el muelle norteamericano, pero este ha tenido diversos problemas y no ha colmado las expectativas.

COGAT agrega que también se coordinó 129 lanzamientos de ayuda desde el aire, con una totalidad de más de 9.780 paquetes

COGAT agrega que también se coordinó 129 lanzamientos de ayuda desde el aire, con una totalidad de más de 9.780 paquetes. «Además, Israel posibilita y facilita la llegada de ayuda de una variedad de fuentes incluyendo Egipto , Jordania y Chipre», sostiene COGAT. «También alienta a organizaciones internacionales a traer ayuda de sus depósitos o a comprar ayuda en Israel y la zona de Judea y Samaria».

En medio de este gran emprendimiento hay una iniciativa original: un contacto directo con el presidente de la Asociación de Propietarios de Panaderías en la Franja de Gaza, para garantizar que tengan suficientes materiales para su producción local y el combustible necesario para su funcionamiento. En coordinación con Israel, el World Food Program apoya en estos momentos a 15 panaderías en funcionamiento.

Hamás se apodera de una parte considerable de los cargamentos que entran a Gaza y además impone su control en la distribución de los productos

Hay otra dimensión en todo lo referente a la ayuda humanitaria, tanto de alimentos como de otros rubros: Hamás se apodera de una parte considerable de los cargamentos que entran a Gaza y además impone su control en la distribución de los productos. En las redes sociales palestinas son muy numerosas no sólo las fotos de mercados llenos de frutas y verduras sino también de puestos en los que es notorio que lo que está a la venta es ayuda que entró en los paquetes humanitarios.

La larga mano de Hamás

Además, en distintas ocasiones, terroristas dispararon hacia los puestos fronterizos que de hecho sirven a la población palestina ya que por ellos entra la ayuda a Gaza. Ha ocurrido repetidamente en Kerem Shalom, así como ocurrió el 7 de octubre en el ataque de Hamás al puesto de Erez en la parte norte, por donde entraban diariamente a Israel 18.000 trabajadores palestinos.

Imágenes registradas por las cámaras de seguridad del lugar mostraron cómo los terroristas que irrumpieron al puesto, destrozaron todo lo que veían en su camino, aunque la infraestructura emplazada en el lugar tenía como único objetivo facilitar el pasaje de los palestinos a Israel, tanto de los trabajadores como de los pacientes que estaban en camino a tratamientos en hospitales israelíes.

La misma «lógica» de Hamás es la que motiva el robo de ayuda humanitaria para su propio uso, mientras acusa a Israel de querer matar de hambre a los palestinos.

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