El exprimer ministro japonés, Fumio Kishida
Dimite en bloque el gabinete de Fumio Kishida antes de la investidura de Shigeru Ishiba
El primer ministro japonés y su gabinete renuncian tras los escándalos de financiación, preparando el relevo de Ishiba
Este martes, el primer ministro japonés Fumio Kishida y todo su gabinete presentaron su dimisión en bloque, allanando el camino para la investidura de Shigeru Ishiba como nuevo primer ministro de Japón. La dimisión masiva fue anunciada poco antes de que la Dieta (Parlamento) realice el proceso formal para nombrar al nuevo líder del país.
«Se ha aprobado la dimisión de todo el gobierno en la reunión del gabinete, aunque en caso de emergencia están listos para tomar cualquier medida necesaria», declaró Yoshimasa Hayashi, el portavoz gubernamental saliente, en una rueda de prensa posterior. La dimisión se da tras meses de desgaste por varios escándalos de financiación que afectaron la reputación del Ejecutivo, y que acabaron por minar la popularidad de Kishida.
Hayashi destacó varios logros del gobierno de Kishida en sus tres años de mandato, entre ellos la organización de la cumbre del G7 en Hiroshima en 2023 y el incremento sustancial del presupuesto de defensa, una medida clave en el contexto de las crecientes tensiones en el Indo-Pacífico. Sin embargo, el portavoz reconoció que las polémicas relacionadas con la financiación irregular de algunos miembros del gabinete, así como la baja popularidad del primer ministro, habían provocado la decisión de renunciar al cargo.
El mandato de Kishida duró 1094 días, lo que lo convierte en uno de los primeros ministros más longevos de Japón desde la Segunda Guerra Mundial. No obstante, su administración quedó empañada por varios escándalos que involucraban a miembros de su gabinete y su partido, el conservador Partido Liberal Democrático (PLD). Estos casos acabaron erosionando la confianza pública, lo que finalmente llevó a Kishida a no presentarse a la reelección en las recientes primarias del PLD, permitiendo que Shigeru Ishiba se hiciera con el liderazgo.
Ishiba, de 67 años, exministro de Defensa y de Agricultura, fue elegido el pasado viernes como nuevo líder del PLD tras imponerse en las elecciones internas. El nuevo primer ministro hereda una situación política y económica compleja, con la necesidad de restaurar la confianza en el Gobierno, revitalizar la economía y abordar los desafíos geopolíticos en la región.
En una comparecencia ante los medios, Ishiba anunció su intención de disolver las cámaras y convocar elecciones generales para finales de este mes, un año antes de que concluya la legislatura actual en octubre de 2025. Según una encuesta publicada por el diario Mainichi, Ishiba cuenta con una popularidad inicial del 52 %, lo que le otorga un respaldo moderado en su primer desafío como jefe del Ejecutivo.
