Irán busca la complicidad de los países del Golfo ante un inminente ataque israelí
Irán se prepara ante la esperada represalia de Israel por el lanzamiento, la semana pasada, de 180 misiles balísticos contra el país hebreo. Se trata del segundo ataque directo de la República Islámica contra su gran enemigo y, en esta ocasión, la ofensiva se saldó con un palestino muerto, además de destrozos en establecimientos y edificios por los fragmentos de los proyectiles interceptados en su gran mayoría por las defensas antiaéreas. Inmediatamente después de dar por concluido el ataque, Israel advirtió a Teherán de que pagaría por su «gran error».
Mientras el Gobierno de Benjamin Netanyahu última los detalles sobre cómo y cuándo se producirá el contraataque, Teherán ha embarcado a su ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, en una intensa gira diplomática por los países del Golfo para asegurarse su neutralidad ante un conflicto con el Estado judío. Araghchi aterrizó, este miércoles en Riad, para reunirse con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, y con el hombre fuerte de la Monarquía, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. En un comunicado oficial, recogido por la agencia saudí de noticias SPA, Riad informó de que los ministros de Exteriores abordaron «las relaciones y trataron de hallar formas de reforzar sus lazos en varios campos».
Sin embargo, lo que no explican en la nota es que la verdadera razón detrás de la visita del ministro de Exteriores iraní a la Monarquía del Golfo es asegurarse de que este país no permita el uso de su espacio aéreo para un más que probable ataque contra la República Islámica y asegurarse así su neutralidad. Una información que ya adelantó Reuters, citando un alto funcionario iraní, que declaró que su país comunicó a los estados árabes del Golfo que sería «inaceptable» el uso de su espacio aéreo o bases militares contra Irán y advirtió de que un acto así tendría consecuencias.
Asimismo, la visita de Araghchi a Riad sirve para fortalecer los vínculos entre Irán y Arabia Saudí, cuyas relaciones diplomáticas se rompieron en 2016 y, por intermediación de China, se restablecieron hace apenas un año, en marzo de 2023. Este Estado del Golfo, además, mantenía negociaciones paralelas con Estados Unidos para establecer relaciones con Israel a cambio del visto bueno de Washington a un programa nuclear con fines civiles. Unas conversaciones que se abandonaron tras el ataque terrorista de Hamás contra el país hebreo el 7 de octubre de 2023 y el inicio de la guerra en la franja de Gaza.
La siguiente parada de Araghchi fue Qatar. En Doha, el iraní se reunió, este jueves, con su homólogo qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, con quien debatió sobre los «últimos acontecimientos en el Líbano y Palestina» y coincidieron en «la necesidad de detener las políticas belicistas y los crímenes» de Israel, informa la agencia de noticias semioficial Tasmin. Qatar, que acoge al Buró Político de Hamás, se ha convertido en un actor fundamental en el conflicto de Oriente Medio y se ha posicionado como un mediador entre las partes.
Previamente, el ministro de Exteriores iraní también viajó a Beirut, el Líbano, y Damaso, Siria, dos países donde operan milicias proiraníes que hostigan permanentemente a Israel. Teherán insiste en asegurar que no busca una guerra abierta con el Estado judío, aunque advierte de que, si el país hebreo responde, «el siguiente castigo llegará inmediatamente y con una intensidad duplicada». El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, respondió a las autoridades iraníes, amenazando con que el contraataque de Israel será «mortífero, preciso y, lo que es más importante, sorprendente: no sabrán qué ocurrió ni cómo ocurrió. Solo verán los resultados».
Precisamente, este miércoles, Netanyahu mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para discutir los planes de ataque israelíes contra el país persa. El mandatario estadounidense ha tratado de disuadir al Ejecutivo israelí de apuntar contra instalaciones petrolíferas o nucleares ante el temor de que el conflicto escale aún más. Una vez realizada la llamada de rigor para informar a su gran aliado en la región, el primer ministro israelí pidió este jueves autorización a su gabinete para lanzar el contraataque contra Irán.