Claudia Sheinbaum y los secretarios de Defensa y Marina, Ricardo Trevilla y Raymundo Morales
Sheinbaum renuncia a combatir al narco, pero militariza México
La todopoderosa presidenta pasará a dirigir 130.000 militares que conforman la Guardia Nacional, un cuerpo policial que acaba de militarizar por ley y que estará a sus órdenes
Una tragedia se cernía el primer día de la investidura de la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum. El Salvador confirmaba, el 1 de octubre, que los dos inmigrantes asesinados a tiros por el Ejército mexicano procedían de este país centroamericano. Uno de los fallecidos, en el estado mexicano de Chiapas, era un menor de edad de tan sólo 17 años.
Al día siguiente, el Ejército de México volvía a reconocer otra matanza. Dos soldados asesinaban a seis personas e hirieron a otras 12. Decidieron acribillar a balazos a un grupo de 33 migrantes ocultos en camiones de ganado.
Hoy mismo el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) denunció que agentes del Ejército mexicano y la Guardia Nacional son responsables de la muerte de tres personas, entre ellas una niña de ocho años de edad y una enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMMS). Sheinbaum aseguró que los militares «respondieron a una agresión».
Un suma y sigue en un México que avanza en su militarización como demuestra que Morena (el partido de izquierdas creado por AMLO y cuyo delfín es Sheinbaum) tuvo que llevar a cabo una reforma constitucional para introducir a la Guardia Nacional, un cuerpo creado por AMLO, en el organigrama militar.
La mermada oposición, a la que la votación le pasó por encima, informaba que esta medida supone militarizar la seguridad pública, con todos los peligros que conlleva.
Llama la atención que se otorgará a la Guardia Nacional nuevas facultades de investigación, y no solo de persecución de delitos, que la iguala a las fiscalías y las policías. La presidenta asegura que no habrá militarización aduciendo al régimen de la Cuarta Transformación (4T), un plan ideológico auspiciado por AMLO que, entre otras máximas, es negacionista con la Conquista Española.
La violencia acecha al sexenio
Lo cierto es que en durante el mandato de AMLO se cometieron 200.000 muertes violentas, y eso sólo contando los casos denunciados. Estas cifras convierten el mandato del tabasqueño, con orígenes españoles, en el más violento de toda la historia de la nación hermana.
Además, durante la legislatura de Morena se ha extendido la violencia ya que estados que antiguamente eran más pacíficos sufren disputas entre organizaciones e incremento en delitos como extorsión, desplazamientos, robos y homicidios dolosos.
No obstante, Sheinbaum no piensa cambiar la táctica de AMLO que promulgaba por doquier, mediante su sempiterno «abrazos, y no balazos». Su eslogan para hacer frente a las feroces garras del narcotráfico.
La dirigente ha manifestado que no va a regresar a la 'guerra contra el narco' mientras buscará la «prevención, atención a las causas, inteligencia y presencia». Lo cierto es que la tasa de asesinatos se situó en el 27, por cada 100.000 habitantes, desde que AMLO alcanzó el poder. Sin embargo, Sheinbaum no hará frente a las causas directas que provocan la brutalidad en México.
El experto en seguridad se pronuncia
El Debate se pone en contacto con Jorge Martín Frías, eurodiputado de Vox y experto en asuntos exteriores, miembro de la comisión del Parlamento Europeo, sobre la temeraria negativa de la Presidencia de México para enfrentar al narcotráfico: «Son unas declaraciones intolerables porque la sociedad mexicana sufre constantemente el miedo que ejerce el narcotráfico».
Frías tilda al Gobierno mexicano como «al borde de considerarse fallido por ser incapaz de acometer funciones básicas como otorgar seguridad a sus ciudadanos». El europarlamentario de Vox hace hincapié en los alargados tentáculos de las bandas organizadas que acaban captando muchas instituciones.
