Edmundo González se reunirá con Milei en Argentina antes de ser «investido» presidente: «Comienza nuestra gira»
Mientras, la dictadura chavista ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares por información que propicie la captura del líder opositor
El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ha abandonado España para volver a América para «tomar posesión» del cargo el próximo 10 de enero. Pero antes de que esto suceda, -si sucede- anunciaba una «gira» por Hispanoamérica, siendo Argentina su primera parada, a través de su perfil de X.
Fuentes presidenciales han revelado a AFP que el líder opositor tiene previsto aterrizar en Buenos Aires el viernes. Será en la mañana del sábado cuando el presidente de Argentina, Javier Milei, reciba al presidente electo del país caribeño en la Casa Rosada. En el comunicado lanzado por la Oficina de Comunicación y Prensa de González Urrutia, convocaban «a toda la venezolana residente en Argentina» en la Plaza de Mayo para «acompañar» al líder opositor.
«Se busca»
Instantes antes de este anuncio, se hacía pública una recompensa de 100.000 dólares, ofrecida por el régimen de Maduro, por información que propicie la captura de González Urrutia. La policía científica fue la que divulgó un cartel con la orden en la que se podía ver al presidente electo. Además, fuentes judiciales afirman que se empapelarán aeropuertos y retenes policiales de todo el país con el aviso.
El líder opositor tuvo que exiliarse en España el pasado 8 de septiembre. La Fiscalía venezolana lo acusa de «conspiración y asociación para delinquir». Igualmente, tanto Maduro como María Corina Machado han convocado sendas manifestaciones para el día de la toma de posesión a la Presidencia.
Relaciones tensas
Este encuentro tiene lugar en un momento en el que la relación entre Venezuela y Argentina pasa por un momento tenso debido a que un gendarme argentino permanece detenido por el chavismo.
La Cancillería argentina ha denunciado al país caribeño ante la Corte Penal Internacional por la «detención arbitraria y desaparición forzada» el pasado 8 de diciembre de Nahuel Gallo, al ingresar a Venezuela por un paso fronterizo con Colombia. En un comunicado, el fiscal general Tarek William Saab califica el arresto como «una violación grave y flagrante de los derechos humanos».
La Fiscalía venezolana, por su parte, lo acusa de «terrorismo», a la vez que el canciller venezolano, Yván Gil, tilda la demanda de «espectáculo penoso». «Los funcionarios del gobierno fantoche de Milei, que están involucrados en una agenda de extrema derecha golpista y terrorista contra Venezuela, utilizan erráticas acciones diplomáticas para justificar su propio fracaso», exponía.
Una fuente oficial venezolana difundió fotos y vídeos de Gallo con el uniforme de presidiario y aseguró a AFP que se encontraba en Caracas sin especificar el centro. Tras conocer los documentos gráficos, la cancillería argentina reveló haber pedido medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al considerar que el gendarme sufría un «riesgo inminente para la vida e integridad».
También hay que recordar los episodios vividos en la embajada argentina en Caracas, cuya custodia fue transferida a Brasil, donde se refugian desde marzo seis colaboradores de Machado a los que se les imputa el delito de «terrorismo». Aunque uno de ellos se entregó, cinco siguen a la espera de un salvoconducto para poder abandonar el país.