En Alemania el partido de los trabajadores ahora se llama AfD
Nuevas encuestas advierten de que el voto a Alice Weidel ha calado entre los desempleados, obreros y los sectores más humildes de la población desbancando a los socialistas del SPD

Alice Weidel, la segunda candidata más votada de las elecciones de Alemania ha concentrado el voto de los trabajadores y desempleados
Alternativa para Alemania (AfD) es ahora el partido de los trabajadores alemanes, el partido de la clases medias que trabajan duro, el partido de aquellos alemanes que han quedado con rentas bajas y el partido de los desempleados.
Las encuestas postelectorales también han mostrado que quien vota a AfD lo hacen por convicción. La Unión de democratacristianos, a pesar de su victoria, sigue estando muy vinculada a Merkel. Y «La Izquierda» se ha beneficiado de dos características: el descontento con socialistas y verdes y el apoyo de nuevos votantes jóvenes.
La participación electoral ha sido muy alta, incluso mayor que en aquellas elecciones federales de hace 38 años, cuando Alemania aún no estaba reunificada. Cuando mucha gente ejerce su derecho al voto, se considera una buena señal. En tiempos de crisis la gente está más concienciada y muchos ciudadanos han tenido la sensación de que algo está en juego. Con todo, no hay mayorías y es necesario buscar coaliciones.
Sin duda la Unión fue la ganadora de las elecciones y AfD se ha convertido en un partido fuerte beneficiado, además, por el aumento de la gran participación electoral. Un partido, que para muchos es de extrema derecha, pero que ha conseguido atraer a la mayoría de los antiguos «no votantes» y ha despertado ilusión en un amplio sector del ciudadano medio y también en muchos jóvenes. AfD ha logrado duplicar su resultado.En general, los partidos más en los extremos salen claramente reforzados de las nuevas elecciones tras la ruptura de la coalición de los tres partidos tradicionales.

Comparativa de las elecciones alemanas de 2021 y 2025
La política centrada en Alemania, que ha sido su principal modelo durante años, sobrevive de milagro. Los antiguos partidos populares CDU/CSU y SPD (Partido Socialdemócrata) consiguen por segunda vez juntos más del 50 % de los votos. En total, suman 328 escaños cuando con 316 les bastaba para formar gobierno juntos.
Para los socialdemócratas es el peor resultado electoral en el Bundestag desde la fundación de la República Federal de Alemania. para la Unión aún con la victoria no ha sido suficientemente exitoso.
Para los socialistas ha sido una catástrofe, un partido que ha estado en el poder solo ha quedado en tercer lugar. Olaf Scholz ha sido castigado por las urnas, ni siquiera uno de cada tres votantes cree que esté a la altura del cargo. «Es un resultado amargo para el partido socialdemócrata», ha reconocido el mismo Scholz.
Otras encuestas
El 61 % de los encuestados entre los antiguos votantes del SPD cree que han gobernado demasiado tiempo y deberían pasar a la oposición; un 54 % piensa que se deben esforzar más por el equilibrio social y un 46 % que desatienden los intereses de los trabajadores.
Los datos del SPD son tanto más amargos cuanto más se profundiza en el análisis. Y es que los socialistas siempre se han considerado el partido de los trabajadores. Ahora ya no lo son. Aproximadamente uno de cada dos votantes que votaron al SPD en las elecciones pasadas, pero no en esta, afirma que el partido no defiende ya los intereses de los trabajadores. Y que se preocupa más por los beneficiarios del subsidio de desempleo que por las personas que trabajan duro y ganan poco dinero.
Ahora se puede denominar a la AfD como el nuevo partido de los trabajadores. Curiosamente, también es el partido de los desempleados. En ambos grupos de votantes, la AfD se sitúa claramente a la cabeza.
Y otra conclusión que ya se perfiló en las últimas elecciones regionales: la AfD ya no es un partido de protesta. La mayoría de sus votantes han hecho su voto por convicción. Para los demás partidos, cada vez será más difícil recuperarlos. Van a ser votantes fieles.
La Unión, que ahora intentará liderar el próximo gobierno, se centró en dos temas principales durante la campaña electoral: la política económica y la política de asilo. La CDU y la CSU convencieron a nuevos votantes de la Unión, sobre todo en cuestiones migratorias. Les parece bien que Friedrich Merz se oponga a la inmigración irregular y que la CDU haya cambiado de rumbo tras la era de Angela Merkel.
El tema de la inmigración descontrolada sigue vinculado estrechamente (en la cabeza de los alemanes) a la Unión con Merkel
No obstante, el tema de la inmigración descontrolada sigue vinculado estrechamente (en la cabeza de los alemanes) a la Unión con Merkel. Así, la mayoría de los votantes consideran que la Unión es responsable del elevado número de solicitantes de asilo, a pesar de que la CDU y la CSU han estado en la oposición últimamente.
Merz quiso dejar claro recientemente en el Bundestag que defiende una política diferente. Tras el apuñalamiento en Aschaffenburg, se arriesgó y anunció el 24 de enero votaciones sobre inmigración en el Bundestag. Para ello, también aceptó mayorías con la AfD. La indignación en el SPD y en los Verdes fue grande. Cientos de miles de personas salieron a la calle.
Merz querría tener gobierno para Semana Santa pero aquí se sabe que las negociaciones llevarán su tiempo.