
Mark Carney y Chrystia Freeland durante el debate de este lunes
Los aranceles y las amenazas de Trump provocan un terremoto en la campaña electoral de Canadá
El próximo 9 de marzo, si se respetan los plazos anunciados, el Partido Liberal de Canadá anunciará a su nuevo líder, que a su vez sustituirá a Justin Trudeau como primer ministro del país norteamericano. Como mínimo hasta el 24 de marzo, cuando se reanudarán las sesiones en el Parlamento canadiense y la oposición podrá presentar una moción de censura con el objetivo de adelantar elecciones, en principio programadas para el mes de octubre.
Por lo tanto, Canadá se encuentra en vísperas de conocer a su nuevo mandatario, y este lunes ha tenido lugar el primer debate televisivo con cuatro de los candidatos: la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, el exgobernador del Banco de Canadá Mark Carney, Karina Gould y Frank Baylis. Y aunque durante las dos horas que duró el debate tocaron temas de política interna, como la crisis de vivienda, la inmigración o cómo actuar ante la oposición liderada por Pierre Poilievre... al final todos los temas acabaron centrándose en el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Trump representa la mayor amenaza para Canadá desde la Segunda Guerra Mundial. Quiere convertir al país en el estado número 51 de EE.UU. Esto no es una broma, es por eso que apoya el plan de Vladimir Putin para rediseñar las fronteras de Ucrania» empezó su discurso Freeland, una candidata que destaca por su credibilidad internacional y su experiencia diplomática y que, cuando Trudeau anunció su dimisión, surgió como la opción más probable para sucederle.
Sin embargo, desde la llegada de Trump a Washington, las tornas han cambiado. Este mismo lunes, durante su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, el mandatario estadounidense insistió en el 4 de marzo como fecha tope para la entrada en vigor de las medidas arancelarias, con las que impondrá un gravamen del 25 % a todas las exportaciones de México y Canadá a Estados Unidos. Desde su llegada a la presidencia Trump ya amenazó con esta medida, aunque Trudeau logró retrasar un mes su imposición comprometiéndose a militarizar la frontera y nombrando a una persona para combatir el narcotráfico, especialmente la lucha contra el fentanilo.
Donald Trump y el primer ministro de Canadá Justin Trudeau
Ante estas amenazas del presidente estadounidense, además de la ya comentada de querer anexionarse Canadá como un estado más, el pasado negociador de Mark Carney, llevando el Banco de Canadá durante la crisis de 2008, le ha hecho subir como la espuma en las encuestas. No solamente ha obtenido una ventaja considerable sobre el resto de candidatos para liderar el Partido Liberal, sino que incluso sitúan una disputa reñida si se midiese al Partido Conservador en las elecciones generales. Hasta ahora, los conservadores llevaban dos años con una ventaja muy cómoda en las encuestas debido al hastío de los ciudadanos tras tantos años de Gobierno liberal de Trudeau.
«En este momento, Canadá se enfrenta a la peor crisis de nuestras vidas... pero yo sé cómo manejar las crisis» comentó Carney durante el debate, a lo que añadió que Trump «nunca triunfará en su deseo de convertir a Canadá en parte de Estados Unidos». Desde luego, parece que personalidad y ambición no le falta, pero necesitará mucho más que eso si finalmente sucede a Trudeau al frente de Canadá.