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Donald Trump y Elon Musk caminan en los jardines de la Casa Blanca

Donald Trump y Elon Musk caminan en los jardines de la Casa BlancaAndrew Harnik / AFP

Trump abre las puertas del Pentágono a Musk pese a la preocupación por su acceso a un plan de guerra con China

El ultra secreto plan de guerra contra el gigante asiático contiene, según The New York Times, entre 20 y 30 fichas con imágenes y esquemas donde se describe la estrategia y tácticas a seguir por Estados Unidos ante un eventual choque de las dos potencias

Salvo contraorden de última hora Elon Musk entrará hoy por la puerta grande del Pentágono. El hombre más rico del mundo y el dueño de empresas que mantienen suculentos contratos de servicios con el Gobierno, tendrá acceso a material de seguridad reservado y presumiblemente, hasta al plan militar previsto por Estados Unidos ante un posible enfrentamiento con China.

Esa es la información, resumida, publicada por The New York Times, The Washington Post, Wall Street Journal y prácticamente la totalidad de los medios estadounidenses, pero todos ellos se han visto obligados a introducir sobre la marcha matices con declaraciones contradictorias de diferentes funcionarios del gobierno y hasta de Donald Trump sobre el alcance de esa visita que conceden a Musk un poder extraordinario a pesar de no tener un cargo oficial que justifique cómo se le pueden presentar algunos de los secretos mejor guardados y existir un conflicto evidente de intereses. Por un lado los de Estados Unidos y por otro los del multimillonario.

La reunión esta prevista que se celebre en las oficinas del secretario de Defensa y antiguo periodista, Pete Hegseth. En esas dependencias habitualmente se organizan juntas de alto nivel de miembros del Estado Mayor Conjunto y de las tres fuerzas. Según los medios mencionados y en este punto concreto no desmentido, Hegseth ha dado la autorización a la visita de Musk. Las divergencias suceden cuando los medios advierten –y no se retractan asistidos por sus fuentes– de su acceso a unos informes de máxima seguridad como los planes sobre China y el enorme riesgo que se corre si se hicieran públicos. Además, observan que esos documentos son de difícil comprensión, razón por la que, previsiblemente, la reunión de hoy consistirá en explicarle los detalles del plan al dueño de Space X y proveedor del Pentágono además de inversor con intereses en China.

Donald Trump, salió al paso de ese detalle en la informaciones de madrugada con un mensaje en las redes sociales donde trató de restar importancia a un asunto de máxima gravedad. No negó la visita de Elon Musk, pero aseguró: «Ni siquiera se mencionará ni se hablará de China.»

The New York Times recoge un tuit publicado por Hegseth donde trata de reducir la visita de Musk a algo anecdótico tras la polémica desatada. «Esta NO es una reunión sobre planes de guerra ultrasecretos contra China. Es una reunión informal sobre innovación, eficiencia y producción más inteligente. ¡Será genial!»

Elon Musk es un patriota. Estamos orgullosos de tenerlo en el PentágonoSean ParnellPortavoz del Pentágono

Antes, Sean Parnell, portavoz del Pentágono, en alusión a los planes sobre China, había colgado en su cuenta de X: «Esto es 100% falso. Simplemente descarado y maliciosamente erróneo. Elon Musk es un patriota. Estamos orgullosos de tenerlo en el Pentágono.»

El ultrasecreto plan de guerra contra China, contiene según NYT entre 20 y 30 fichas con imágenes y esquemas donde se describe la estrategia y tácticas a seguir por Estados Unidos ante un eventual choque de las dos potencias. De acuerdo a lo publicado, se detallan advertencias, indicaciones, lista de objetivos, plazos y tipo de armamento a utilizar. Todo ello tendría que ser aprobado por Trump si estallará esa guerra de consecuencias imprevisibles.

Este program así como el resto de los que se elaboran en el Pentágono sobre conflictos militares se conocen entre los expertos como «planes 0 o planes operativos». Su clasificación como máximo secreto se explica porque ante una posible filtración o la posibilidad de que cayera en manos del «enemigo», éste podría desbaratar todas las previsiones y arruinar el éxito de las intervenciones.

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