El descalabro del Gobierno venezolano: ¿el principio del fin?
Lejos de amedrentar a la oposición, la inhabilitación de María Corina Machado provocó una reacción que fortaleció su unidad y confirió a la candidata un reforzamiento de su liderazgo
Parece que todo comenzó a salirle mal al Gobierno venezolano. Su reiterada política de «huir hacia adelante» con el mismo repertorio de actos y la misma narrativa, en la que ya nadie cree, ha producido efectos contrarios a lo que esperaba.
Lejos de amedrentar a la oposición, provocó una reacción que fortaleció su unidad y confirió a la candidata María Corina Machado (MCM) un reforzamiento de su liderazgo.
Pero más importante aún, le dio un impulso extra al pueblo opositor, el cual ha hecho suyo, ahora con más fuerza, el concepto de que «la gente es el poder y que su arma más poderosa es la organización popular».
Con relación a este tema, MCM declaró: «Hay gente que dice que cuando el enemigo se equivoca hay que dejarlo quieto. Que siga, porque se está equivocando. La mayor equivocación es subestimar la naturaleza de nuestra fuerza (…) Este es el peor error que han cometido hasta hoy».
Ese error generó también el despertar de la comunidad internacional de su letargo respecto a Venezuela, y la respuesta no se hizo esperar. Así, el Reino Unido endureció su posición por la inhabilitación a María Corina Machado e informó que no le entregará a Nicolás Maduro el oro que tiene en custodia, señalando, además, que «el pueblo venezolano merece una elección justa y competitiva».
Además, los Gobiernos de diez países hispanoamericanos y la Comunidad Europea, no incluida España, así como algunos organismos internacionales, han expresado hasta ahora, su rechazo a la inhabilitación de MCM.
Al respecto todos coinciden en que tal desafuero legal y político, así como las acciones recientes de la dictadura venezolana de enjuiciamiento y prisión política de opositores, especialmente aquellos vinculados al liderazgo mayoritario, ya dejaron en claro que la dictadura no tiene ninguna intención de permitir la realización de elecciones limpias y transparentes y que «esta lógica dictatorial de persecución política y violatoria de los derechos políticos de la ciudadanía –absolutamente previsible y esperable dados los antecedentes del régimen–, liquida la posibilidad de elecciones libres, justas y limpias».
Por su parte, el Gobierno estadounidense anunció el sábado que revisará su política de sanciones a Venezuela, tras la «profundamente preocupante» decisión del Tribunal Supremo de Justicia de ratificar la inhabilitación de la candidata de la principal coalición opositora a las presidenciales de 2024.
Como respuesta, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y portavoz del Gobierno, llamó este lunes al Ejecutivo estadounidense a no inmiscuirse en los asuntos que solo les competen a los venezolanos. «No aceptamos que nadie se inmiscuya en nuestros asuntos. Apelamos a unas relaciones de respeto mutuo entre los Estados y los Gobiernos. (…) A estas alturas, ya deberían saber que no vamos a aceptar ningún tipo de presión, ningún tipo de injerencia».
También expresó que «Venezuela responderá con severidad si Estados Unidos reanuda o aplica nuevas sanciones contra la nación». Dijo, además, que «estamos muy atentos a las acciones que tomen (en Washington) en los próximos días que puedan ser consideradas agresivas para con el derecho que tiene este país a vivir en paz, a progresar y a que se levanten todas las medidas coercitivas unilaterales (…) Si hay alguna acción agresiva, nuestra respuesta será severa, recíproca y enérgica».
Es bueno recordar que algunas de las sanciones, especialmente las referidas a la comercialización de petróleo, gas y oro, fueron suspendidas en octubre por seis meses, pero ya el Gobierno norteamericano anunció que tal suspensión será revocada a finales del mes de abril de este año, y ya revocó la correspondiente a la comercialización del oro de la empresa MINERVEN, como consecuencia del incumplimiento del Gobierno a los acuerdos de Barbados, y especialmente por la inhabilitación de MCM.
Así que, la consolidación del liderazgo opositor alrededor de MCM, el fortalecimiento de la voluntad del pueblo opositor de desalojar del poder a las mafias gobernantes, y el despertar de la solidaridad de los aliados internacionales, cambian el panorama sociopolítico a favor del regreso a la democracia y hasta podrían estar anunciando «el comienzo del fin» de la dictadura.