¿Tiene la luz ámbar los días contados?

No. El ámbar de los semáforos no va a desaparecer de la noche a la mañana, pero la Dirección General de Tráfico (DGT) ha explicado que, en determinadas situaciones, este color puede incrementar el peligro en puntos conflictivos.

Según explica la DGT en el artículo 'El peligro está en ámbar', un estudio realizado por Safer Roads Foundation (SRF)indica que España es el único país del mundo que sigue teniendo la fase ámbar intermitente en los semáforos para vehículos de forma simultánea con la verde para peatones.

En SRF creen que la solución para estos pasos es cruzar en dos etapas separadas. Como explica el presidente de la fundación, Michael Woodford, «donde ya está dividido en esas dos etapas, casi todos permiten reducir los tiempos para los peatones y así eliminar el tiempo de ámbar parpadeante para los conductores. Debemos evitar la situación de tener peatones cruzando con 'hombre verde', mientras los vehículos inician la marcha al ver la luz ámbar parpadeante».

Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, señalaba en este artículo que el problema de estos cruces es que se «envían mensajes contradictorios». Y es que, a pesar de que el peatón tenga prioridad, el paso permitido a los vehículos puede crear una situación de peligro, sobre todo para los más vulnerables, como los menores o los ancianos.

Puntos conflictivos en España

Un estudio realizado por GEA21 identificó diferentes puntos en los que los semáforos en ámbar podrían incrementar la peligrosidad de la zona. Algunos de estos puntos fueron la glorieta Jorge Luis Borges en Burgos y la Avenida de la Unión Europea en Benidorm (Alicante).

En Burgos se eliminó la fase ámbar para vehículos en diez intersecciones de la ciudad. No obstante, Ángel Barrio, responsable de la Unidad de Tráfico del Ayuntamiento, asegura que tras la eliminación del ámbar para vehículos se registró un aumento de la siniestralidad (entre el 7 y 8%), choques «de poca importancia» entre vehículos. Así, se ha recuperado el ámbar en tramos horarios de gran congestión de tráfico, como las horas de entrada y salida de los colegios de la zona.

En Barcelona también se experimentó con la eliminación de la fase ámbar de algunos semáforos en este tipo de cruces, pero el resultado fue una peor fluidez del tráfico.

La luz ámbar no se suprimirá

Como ha explicado Jorge Ordás, subdirector de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, «en ningún caso la Dirección General de Tráfico se ha planteado eliminar el ámbar de nuestros semáforos». «El ámbar es muy necesario para la gestión del tráfico en la ciudad, ayuda a garantizar la fluidez de los vehículos».