Suceso
Arde un almacén de baterías y Tesla advierte a los bomberos: «No traten de apagarlo»
Los gases tóxicos han obligado a lanzar un aviso a la población de la zona para que cierre las ventanas y no salga a la calle
Uno de los principales argumentos de los detractores de los coches eléctricos es la facilidad con la que arden este tipo de vehículos, y además de manera espontánea. Se trata de un argumento que los partidarios rebaten con estadísticas, pues estas indican que el porcentaje de coches eléctricos que arden es de sólo el 0,004 %, frente a un 0,08 % de los coches gasolina o diésel.
Lo cierto es que tras el hundimiento de dos barcos de transporte de coches eléctricos este mismo año por causa de las llamas, el Felicity Ace y el Fremantle Highway, o de los problemas que tuvieron los bomberos de Florida por los incendios de decenas de coches eléctricos tras el paso del huracán Ian, el rumor cobra más fuerza que nunca.
DIfíciles de apagar
Ahora el problema se está registrando en la ciudad australiana de Queensland, donde un almacén de baterías de Tesla lleva días ardiendo sin que los bomberos puedan hacer nada. Las instalaciones contienen 40 baterías Megapack de gran capacidad conectadas a la red, estas grandes baterías han sido diseñadas por la marca para uso industrial en grandes instalaciones.
Ante la magnitud del problema, los bomberos se pusieron en contacto con Tesla para que les orientaran en el protocolo para apagar el incendio. Los responsables de Tesla fueron muy explícitos: «no traten de apagarlo».
Así, los oficiales de bomberos de la localidad han optado por establecer un perímetro de seguridad y permitir que las llamas hagan su trabajo y devoren un almacén que podría contener miles de baterías de alta capacidad.
Ventanas cerradas
Lo que sí han hecho es recomendar a la población civil de la zona quedarse en casa y no abrir las ventanas, pues los gases tóxicos que emiten las baterías al arder pueden ser perjudiciales para la salud.
Tal y como han confirmado los bomberos, el almacén podría estar ardiendo durante varios días sin que nada pueda impedirlo y las llamas pueden extenderse con facilidad entre los Megapack.
El problema, es que la utilización de agua podría provocar un desastre ecológico impredecibles si se dispersan los químicos que contienen las baterías. En paralelo las baterías eléctricas no pueden darse por apagadas tan fácilmente, pues pueden volver a incendiarse de forma espontánea en cualquier momento durante los siguientes días.