Nostalgia
«Un peaso coche»: la historia del imponente 'haiga' con el que Raphael cumple uno de sus mayores deseos
El cantante Raphael cedió su coche a un museo hace sólo unos meses porque literalmente «no le cabía ya en casa», pues se trata de un vehículo de más de cinco metros de largo
La historia del cantante Raphael es de todo menos anodina, uno de los mejores artistas españoles que pasará siempre a la historia por su forma muy personal de cantar y de actuar que jamás dejará a nadie indiferente.
Se trata de un sello muy personal que lo ha convertido en una estrella mundial más allá de nuestras fronteras. Tal y como él mismo relató hace ahora un año, tras el rodaje de la película El Golfo su productor Vicente Escrivá decidía tener un detalle con él por su excelente trabajo.
Un detallazo para el mejor
Entonces no se le ocurrió otra cosa mejor que regalarle su propio coche, en este caso un espectacular Continental Convertible de color crema.
Se trata de un verdadero haiga, un término coloquial que la RAE recoge como un automóvil muy grande y ostentoso, normalmente de origen norteamericano.
Tal y como dice el propio Raphael parodiando al gran Chiquito de la Calzada «un peaso coche». Al cantante le gustó tanto el imponente vehículo que lo usaba habitualmente por Madrid hasta que su chófer le dijo literalmente que «iban a tener que dejar de usarlo» porque no cabía por las calles de la capital.
No cabía por Madrid
El propio Raphael lo define como «el coche de bandera en el mundo entero» en los años 60, tanto que Kennedy fue asesinado a bordo de una unidad de este modelo por el tiro de un francotirador. Ford era el fabricante de estos coches, que hace años había creado la marca como una división de lujo con coches movidos por motores de 8 cilindros.
Tras meses de negociaciones, el ayuntamiento de Linares, su ciudad de nacimiento, logró firmar un contrato con el cantante para que el coche luzca en su museo, una pieza espectacular que reposa ya en una de las salas aunque no sin complicaciones, pues no había forma de «meterlo allí».
Raphael pidió entonces a los responsables del museo que lo cuidarán con «cariño» pues su deseo es que su legado esté allí depositado y no hacer de su casa un museo, uno de sus mayores deseos. Otro detalle de grandeza de un genio y figura al que deseamos una pronta recuperación.