Práctico
Estos son los coches de gasolina y diésel con los que podrás circular los próximos 30 años
La incertidumbre generadas por las Zonas de Bajas Emisiones ha provocado que numerosos conductores duden a la hora de comprar un coche gasolina o diésel
Tanto la Unión Europea como sus miembros han afrontado el fenómeno de la electrificación de la peor manera posible, pues han vendido a los conductores la transición al vehículo eléctrico no como una oportunidad, sino como una obligación para evitar las infinitas multas y sanciones que acechan a los conductores en las ciudades, que se han convertido en verdaderos campos minados para los conductores.
Llega la incertidumbre
Todo comenzó hace casi dos años, cuando la Unión Europea decidió legislar en contra de los coches de combustión y anunciar su final casi 30 años antes de que ocurriera, un verdadero desastre desde el punto de vista de los fabricantes, que vieron como de la noche a la mañana la incertidumbre llegaba a los compradores, que dejaron de lado la menor intención de comprar un coche, pues el mensaje que llegó hasta el cliente era que lo iban a prohibir.
En este contexto la caída de ventas ha sido generalizada en toda Europa y en el caso de los particulares se alarga mucho más la vida útil de los vehículos antes de cambiarlos, por lo que en países como España la edad media ha crecido hasta los 14 años. Un verdadera barbaridad.
Ayudas mal concebidas
En paralelo, los planes de ayuda a la electrificación se han limitado a subvencionar la venta de coches electrificados, con los automóviles gasolina o diésel nuevos, etiqueta C, dejados de la mano de Dios, pues ningún interlocutor acreditado ha lanzado un mensaje tranquilizador a su favor, en el sentido que esta tecnologías tienen unas emisiones realmente bajas gracias a sus sistemas de catalización y tienen por delante un recorrido en torno a los 30 años, 27 para ser más exactos.
Esto quiere decir que quién se compra hoy un coche etiqueta C tiene por delante dos ciclos completos de vida media de un automóvil, que actualmente está en torno a los 15 años.
Es cierto que en 2035 se dejarán de vender coches de gasolina o diésel, pero el propietario de un coche gasolina o diésel que lo saca del concesionario el 31 de diciembre de 2035 tendrá por delante aún 15 años para poder conducirlo.
Olvídate hasta 2050
La prohibición genérica a la circulación de los coches de combustible no llegará hasta 2050 y es posible que los combustibles sintéticos y biocombustibles den una sorpresa y permitan que los coches de combustión sigan en la carretera.
El único dato que queda por conocer es la regulación de las etiquetas, es cierto que en la actualidad los coches etiqueta B y C apenas tienen limitaciones a la circulación y aunque cambien las etiquetas parece poco probable que sufran prohibiciones, pues supondría un nuevo disparo por la espalda de las administraciones al sector del automóvil.
El mensaje está claro y debe ser uno: el conductor que se compre hoy un coche con la etiqueta C gasolina o diésel va a tener por delante hasta 27 años de tranquilidad para conducirlo.