Industria
Ni despidos ni cierre de fábricas: así es el acuerdo entre Volkswagen y sus trabajadores en Alemania
Los trabajadores alemanes desconvocan las movilizaciones tras el acuerdo alcanzado con la marca germana que incluye bajadas de sueldo
El sindicato alemán IG Metall ha informado este viernes de que ha alcanzado un acuerdo con la dirección del grupo automovilístico Volkswagen sobre el plan de ajuste que tiene previsto acometer la empresa que evitará el cierre de plantas y los consecuentes despidos masivos estimados en el país tras semanas de negociaciones.
Según IG Metall y el comité de empresa, la reconversión de la actividad no requerirá despidos por motivos operativos, aunque sí que habrá importantes recortes en las bonificaciones a los empleados y en el pago de participaciones sobre los beneficios. A cambio, los empleados de Volkswagen reciben la garantía de mantenimiento del puesto de trabajo hasta finales de 2030.
Trabajo hasta 2030
En cuanto al futuro de las plantas sobre las que pesaba la sombra de un cierre anticipado, Volkswagen ha accedido a reutilizar las instalaciones de Dresde en otras actividades distintas a la construcción de vehículos en la capital de Baja Sajonia, mientras que para la fábrica de Osnabrück arrancará un proceso de búsqueda de un inversor externo. Todas las demás ubicaciones de Volkswagen en Alemania permanecerán intactas.
En el futuro se cerrará una línea de montaje en Zwickau, donde únicamente se fabricará el vehículo eléctrico Q4 etron de Audi, mientras que la producción del ID.3 y el Cupra Born se trasladará a Wolfsburgo y el ID.4 a Emden.
El pasado mes de septiembre la empresa automovilítica rescindió varios convenios colectivos en Alemania, entre los que se encontraba la garantía que protegía a los trabajadores contra el despido por motivos operativos hasta 2029, abriendo la puerta a despidos dentro del grupo a partir de julio de 2025.
Despidos inminentes
Fue entonces cuando la dirección de la firma y los sindicatos se sentaron en la mesa de negociación para discutir un plan de ajuste que buscaba una reducción de costes por valor de hasta 10.000 millones de euros, algo que los representantes de la plantilla dijeron no estar dispuestos a aceptar.
A día de hoy, el principal objetivo de Volkswagen sigue siendo el inicial: recuperar la rentabilidad de su marca homónima de turismos, cuyos márgenes de beneficio se están reduciendo en medio de una transición a los vehículos eléctricos, una desaceleración del gasto de los consumidores y la llegada de competencia procedente de China.
El fabricante de automóviles, que emplea a casi 300.000 personas en Alemania, alega que el descenso de las ventas de automóviles ha provocado un exceso de capacidad de producción al que tienen que hacer frente.
Huelga masiva
A principios de diciembre casi 100.000 empleados dejaron sus puestos de trabajo y se declararon en huelga después de que la dirección rechazara una propuesta sindical que incluía reducir los pagos de dividendos y recortar algunas bonificaciones.
Hasta septiembre, el grupo Volkswagen contabilizó un beneficio neto de 8.917 millones de euros, un 30,7 % inferior a la del mismo periodo de 2023, por el impacto de los mayores costes operativos y las provisiones destinadas a la reestructuración.
No obstante, entre enero y septiembre Volkswagen registró un incremento del 0,9 % de la facturación, hasta los 237.279 millones de euros, en tanto que su beneficio operativo se situó en 12.907 millones de euros, un 20,5 % menos en términos interanuales, con un margen del 5,4 %.
De cara a cierre de ejercicio, Volkswagen prevé que las entregas a los clientes asciendan a unos 9 millones de vehículos (9,24 millones de vehículos en 2023), lo que le generaría unos ingresos por ventas a nivel grupo en el entorno de los 320.000 millones de euros, con un margen del 5,6 %, aunque por debajo de los 322.000 millones con los que cerró 2023.