Práctico
El nuevo uso ilegal de las llaves del coche que acaba de descubrir la Policía
Conocíamos numerosos usos de los llaveros, pero jamás podíamos imaginar que además pudieran servir para esto
El mundo del automóvil sigue sorprendiéndonos. Tal y como es conocido por la Policía, el automóvil es un escondite habitual para drogas y todo tipo de elementos prohibidos.
Hasta el momento la Policía se limitaba a registrar el interior de los automóviles a fondo para descubrir cualquier tipo de productos ilegales, desde las citadas drogas hasta relojes y joyas robadas o dinero oculto.
Caletas ocultas
De hecho es muy habitual que en los controles de alcoholemia y drogas los agentes usen perros que pueden llegar a introducir en los automóviles para buscar estas sustancias gracias a su olfato.
De esta forma es más sencillo descubrir lo que son caletas en un automóvil, una caleta es una modificación llevada a cabo en un automóvil para crear un espacio en el que poder guardar cualquier cosa lejos del alcance de las fuerzas de seguridad.
Escondites habituales
La Policía ya se sabe escondites habituales, como detrás de la radio en el caso de las extraíbles, en un doble fondo en la guantera o en la tapa del depósito de combustible. En este último sitio el olor del combustible puede llegar a despistar a los animales, por lo que es muy usado.
Lo que nunca había encontrado la Policía es droga escondida dentro de la llave del coche. Hablamos siempre de llaves codificadas, de las grandes, que albergan en su interior un receptor de frecuencias para apertura a distancia.
Lógicamente estas llaves pueden abrirse para cambiar la pila, lo que hacen en este caso los traficantes es vaciarlas para ganar sitio y guardar ahí droga que abulte poco, como cocaína o pastillas.
Tal y como explica la Policía Municipal, el mecanismo fue descubierto a raíz de un operativo reciente en Vallecas, Madrid, en el que un joven llamó su atención por llevar un gran manojo de llaves, entre las que había una llave de coche de estas características con un aspecto sospechoso.
Una vez revisada los agentes se encontraron con la sorpresa, pues en este caso estaba rellena de pastillas. Los camellos usan este truco para el menudeo final, de forma que tienen la droga almacenada en otro lugar y la llave que llevan encima les permite distribuirla en locales y similares.
Lo 'bueno' de este método es que, si registran el coche, al guardarse la llave en el bolsillo, los agentes no descubren nada sospechoso.