Cuesta creerlo
Mendicidad eléctrica: la triste historia de los conductores que se pegan por cargar gratis su coche eléctrico
Los guardias de seguridad de los aparcamientos de centros comerciales dan fe de problemas y discusiones diarios por recargar los coches eléctricos 'por la patilla'
El incremento de ventas de coches eléctricos en España aunque es lento ya está generando problemas de convivencia puntuales por diversos motivos, entre ellos lógicamente el de la recarga es uno de los más importantes.
Por un lado los propietarios de los coches eléctricos no ven con buenos ojos que los conductores de híbridos enchufables utilicen los cargadores para 'repostar' su batería, pues bloquean los puntos de carga a los coches 100 % eléctricos cuando ellos pueden moverse con gasolina.
Híbridos, no gracias
En paralelo algunos propietarios del coches eléctricos han hecho de las recargas gratuitas un dogma de fe y llegan a límites insospechados por evitar pagar por la electricidad, un verdadero sin sentido si tenemos en cuenta que en muchos casos han abonado 50.000 y 60.000 euros por sus flamantes coches eléctricos.
Es cierto que hace tiempo se vendía la recarga de coches eléctricos como algo gratuito, pero aunque algunos nostálgicos sigan clavados en aquel momento hoy en día la electricidad para coches tiene un precio y en algunos casos llega a ser más cara que el combustible.
Más cara que la gasolina
Pese a que la destinada al automóvil es cara, hay que tener en cuenta que la electricidad se ha convertido en un bien barato, al menos en España.
De hecho los expertos explican que España es un país rico en energías renovables, pues el viento en invierno y el sol en verano producen kilovatios suficiente como para la autosuficiencia energética, por lo que todo apunta a que la electricidad va a ser aún más barata en un futuro.
Por ello las compañías responsables de los cargadores realmente no nos cobran por la electricidad, sino que lo que repercuten en el precio es la velocidad de carga, a mayor velocidad más euros por kilovatio hora, una fórmula sencilla de entender.
Pagamos por la velocidad de carga
Así llega a haber cargadores que son incluso más caros que la gasolina premium o por lo menos similar, pagando a casi 0,70 euros el kWh, casi 55 euros por una batería de 77 kWh.
Este fenómeno ha dado origen a lo que ha sido denominado mendicidad eléctrica, fomentado por los conductores de coches eléctricos que recorren centros comerciales, cines, aeropuertos y estaciones a la busca y captura de un punto gratuito de recarga que le permita ahorrarse unos 3 euros en el en un híbrido enchufable y de 10 euros en el caso de un coche 100 % eléctrico, aunque esto le cueste discusiones y enfrentamientos.
Hay que tener en cuenta que la recarga en estos sitios suele ser lenta, entre 2 y 22 kWh, por lo que se permiten regalarla.
El Corte Inglés es uno de los epicentros donde estos episodios son habituales al abrir por la mañana, pues hay conductores que están a diario esperando en la puerta para recargar, hace semanas recogíamos el caso de un Toyota RAV4 híbrido enchufable cuyo precio ronda los 60.000 euros que acuden puntual a hacer cola cada mañana al centro de San José de Valderas.
A día de hoy cada vez son menos los puntos gratuitos de recarga, aunque supermercados como Mercadona, Carrefour, Ahorramás o Lidl ofrecen recargar sin coste a velocidades de hasta 22 kWh, aunque normalmente vinculado a una compra o a períodos de tiempo.
Similar a lo que ocurre con los aeropuertos Barcelona, Madrid, Bilbao, Mallorca, Valencia o Mallorca, donde solemos encontrar puntos gratuitos, que aunque no son muy rápidos hacen un apaño.
Algo similar a lo que ocurre en estaciones de tren y en algunos parking públicos, en los que pagando la tarifa por estacionar nos permiten recargar gratuitamente, aunque son los menos, pues normalmente debemos pagar la recarga y el tiempo que estemos dentro.