Sanciones
El truco para que no te multen si entras a una Zona de Bajas Emisiones por equivocación
Cualquier resquicio es válido a la hora de entrar en una Zona de Bajas Emisiones sin que te llegue a casa una multa de 200 euros, tal y como suele ocurrir desde hace meses
Las Zonas de Bajas Emisiones son un verdadero guirigay, esto es lo que ocurre cuando el Gobierno deja en manos de cada una de las 150 ciudades de más de 50.000 habitantes el funcionamiento y las prohibiciones.
Aquí encontramos casos como el de Sevilla, donde las han llevado a Isla Mágica, una zona en la que no molesta demasiado a los conductores, mientras que Madrid o Barcelona se lo han tomado muy a pecho y han desplegado grandes ZBE, las de Madrid son las mayores de Europa y no hacen distinción, multan sin conocimiento todos los conductores independientemente de que voluntariamente o por desconocimiento hayan entrado en las mismas.
Multan sin conocimiento
En el caso de la capital, la situación es especialmente caótica, pues los tribunales han prohibido su aplicación hace solo unas semanas por problemas de su impacto económico, pues ni siquiere el Ayuntamiento había llevado a cabo una memoria sobre su efecto en el día a día de los ciudadanos.
En este caso, Madrid está dividido en dos áreas, las ZBE convencionales y las de Especial Protección. Estas últimas son mucho más rigurosas en su aplicación e incluso los coches con etiqueta B y C tienen limitado su acceso bajo sanción de 200 euros.
200 euros del ala
En este caso, y tal y como saben algunos propietarios, los conductores de coches con etiqueta B y C deben pasar por un aparcamiento concertado para anular la sanción por estar a estas áreas de circulación superprotegida.
Esto ha provocado que muchos de los aparcamientos de la capital cobre 4 euros por el simple gesto de entrar por una puerta del aparcamiento y salir por la otra, de manera que el parking desactive la denuncia al enviar la matrícula al Area de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.
Tal y como suele decirse en estas situaciones, a río revuelto ganancia de pescadores.