Esta imagen es más habitual de lo que pensamos

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Ley Horizontal

¿Se puede pisar la línea que separa dos plazas de garaje?

No es que las plazas de aparcamiento hayan mermado, es que los coches han crecido hasta un tamaño absurdo. Te contamos la única solución

Las plazas de garaje se han convertido en una de las principales causas de las discusiones vecinales, el incremento del tamaño de los coches no ha ayudado, pues hace años que el 60 % de las ventas son de vehículos de este tipo de carrocería, altas y muy voluminosas.

Los aparcamientos se han encontrado ante verdaderos problemas, pues aunque el coche quepa pueden dejarlo tan pegado al vehículo de al lado que es materialmente imposible abrir la puerta, un verdadero problema.

Imposible abrir la puerta

Sin saber muy bien por qué la mayor parte de los conductores piensan que pueden aparcar sobre la línea aunque sea pisándola un poquito, un verdadero problema porque además no tienen razón.

Aparcar así además de poco cívico es ilegal

Aparcar así además de poco cívico es ilegal

La Ley de la Propiedad Horizontal establece que los vehículos no pueden pisar las líneas divisorias de las plazas de garaje tal y como establece la citada Ley, aunque también es cierto que reconoce un par de excepciones más que interesantes.

Dos excepciones interesantes

En este caso sólo los accesorios móviles de un automóvil podrían pisar estas líneas, en este caso nos referimos a dos partes insospechadas. Por un lado los retrovisores podrían pisar virtualmente la línea sin ningún tipo de problema, independientemente de que esté desplegados o plegados.

De este tipo de aparcamientos mejor ni hablamos...

De este tipo de aparcamientos mejor ni hablamos...

La otra parte son los alerones, es decir por ejemplo alguna de las generaciones del Porsche 911 Turbo que podría tener el alerón trasero más allá del paragolpes no tendría problemas.

La realidad es que este problema es de difícil solución, pues debe tratarse en junta de vecinos y debe ser el administrador quién apacigüe los ánimos y ayude a los inquilinos a buscar solución razonada, desde cambiar la plaza hasta ser un pelín comprensivo o aparcar uno en cada sentido.

En este caso no sirve de nada llamar a la Policía, pues más allá de apaciguar los ánimos o la discusión no podrá hacer nada con el coche mal aparcado.

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