Seguridad vial
El truco del pulgar: la sencilla regla al volante que está revolucionando la conducción en Europa
Asociaciones de conductores europeos y organismos equivalentes a la DGT recomiendan ya este gesto tan sencillo que se hace en segundos
La seguridad vial sigue siendo una materia prioritaria en toda Europa. Casi a diario los organismos equivalentes a la DGT española lanzan nuevas normas y señales destinadas a reducir la siniestralidad en carretera, que ha mostrado una ligera tendencia ascendente durante los últimos años.
Si existe un accidente que preocupa en especial son las salidas de vía, que encabeza el ranking por tipos de siniestro, seguido por los alcances o golpes por detrás. En este caso hablamos de que solo en España hubo casi 20.000 siniestros de estas características en 2023.
Ojo a los alcances
Es cierto que no suelen ser muy graves ni tener consecuencias mortales, pero tienen un elevado coste de reparación para las compañías de seguro y en tiempo para los usuarios de la vía, pues generan atascos de horas.
Detrás de este tipo de accidentes, la mayor parte de los casos suelen estar los despistes y no respetar la distancia de seguridad, es decir, circular demasiado cerca del coche de delante.
Tapa el coche...
En España la DGT aplica la denominada regla de los 2 segundos, que significa que debemos circular como mínimo a ese tiempo del coche que nos precede, para lo cual tomaremos un punto de referencia y una vez que pase el coche de delante debemos contar 1.001 y 1.002 mentalmente.
Si respetamos esta distancia podemos considerar que estamos respetamos la distancia de seguridad. En este caso, desde Dinamarca el equivalente a la DGT de aquel país acaba de hacer una campaña en la que habla de aplicar el truco del pulgar.
En este caso consiste en mientras vamos conduciendo estirar el brazo derecho y tratar de tapar por completo el coche que va delante con el pulgar elevado.
Si no logramos taparlo es que estamos demasiado cerca y si lo tapamos por completo significa que nuestra distancia es la adecuada. Una norma sencilla, pero que funciona y evita complicados cálculos mentales y... accidentes.