Sanciones
Así es el radar de oro: «No os imagináis lo que recauda en minutos»
Los ayuntamientos obtienen cada vez más dinero gracias a las multas de tráfico, lo que ha multiplicado el número de cámaras y radares
Hace ya tiempo que los ayuntamientos de toda España descubrieron el chollo que suponen los radares para las arcas municipales. Tal es así que incluso algunos municipios encargan a empresas externas el despliegue de los equipos de radar, con un coste que asumen estas empresas que participan en lo recaudado al 50 % con el ayuntamiento.
En este caso un vecino de Barcelona denuncia el funcionamiento de lo que denomina un radar de oro. Se trata de un radar que en apariencia pertenece a la categoría de los pedagógicos, pues dispone de un equipo de medición y de una pantalla en la que informa al conductor de la velocidad a la que circula.
Informa y... multa
Este tipo de equipos suelen servir para que el conductor reduzca su velocidad, y no para sancionarle, pero en Barcelona han decidido hace tiempo transformar muchos de estos equipos pedagógicos en radares tradicionales.
El conocido como radar de oro está ubicado en la calle de Calle de Entença, entre Provença y Rosselló, cerca de las escuelas Xirinacs y Entença, en un lugar en el que la velocidad está limitada a 30 kilómetros a la hora.
30 kilómetros/hora
En teoría si el radar perteneciera a la DGT se aplicaría un margen de error que haría que no pusiera multas hasta los 38 kilómetros a la hora, pero desconocemos la velocidad a los que los tiene ‘tarados’ el Ayuntamiento de Barcelona, por lo que podrían saltar a una velocidad inferior.
En este caso y según datos del propio Ayuntamiento de la Ciudad Condal, este equipo puso 12.526 multas en 2023, recaudando 569.616 euros y es actualmente el octavo que más sanciona en Barcelona.
En este caso está ubicado en las proximidades de dos centros escolares, por lo que la velocidad máxima está limitada a sólo 30 kilómetros a la hora, por debajo de lo habitual.