El gesto de preocupación cuando Trump anuncia sus medidas contra el coche eléctrico

El gesto de preocupación de Musk cuando Trump anuncia sus medidas contra el coche eléctrico

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Por qué a Musk no le preocupa lo más mínimo que Trump quiera matar el coche eléctrico aunque sea dueño de Tesla

Trump confía en repetir el sueño americano de los Estados Unidos con el automóvil como protagonista, un generador de riqueza que junto al petróleo permitieron su despegue en los años 60

Han pasado horas desde que Trump ha sido investido como el presidente número 47 de los Estados Unidos y el mundo ya es distinto del que teníamos. El presidente ha firmado decenas de decretos y ha hecho promesas y declaraciones de intenciones con las que ha demostrado que su mandato será de todo menos indiferente.

En materia automovilística ha matado y enterrado al coche eléctrico y ha prometido fomentar una segunda fiebre del oro negro para volver a controlar los mercados mundiales de la energía, sin olvidarnos de que ha asegurado a su asesor y mecenas Elon Musk que viajarán a Marte de la mano de su compañía aeroespacial Space X.

Vacaciones en Marte

Entre tanto anuncio pocos cayeron en que Elon Musk, dueño de Tesla, apenas movía ni una ceja cuando Donald Trump anunciaba prácticamente el final del coche eléctrico durante su discurso, una frase que matizaría al decir que la clave está en que cada conductor elija su propia opción.

Imagen de la Cybertrump, regalo personal de Musk al presidente

Imagen de la Cybertrump, regalo personal de Musk al presidente

La realidad es que pese a que Trump pueda dar pasos atrás a nivel nacional, realmente la regulación de emisiones corresponde a los estados, y a día de hoy el 40 % de las ventas de coches está en manos de estados como California que tienen una legislación restrictiva de emisiones que va a seguir favoreciendo al coche eléctrico.

Los estados mandan

Esto significa que las ventas de Tesla no sólo no van a bajar sino que es probable que suban conforme Trump cumple su promesa arancelaria y los coches no fabricados en los Estados Unidos tengan que pagar un sobreprecio del 100 %.

A todo esto hay que sumar que ha prohibido prácticamente la venta de cualquier tecnología china de coches eléctricos baratos o caros en 2025, lo que significa que da vía a libre a Tesla para seguir vendiendo eléctricos en solitario en los Estados Unidos.

Space X, compañía de Elon Musk, ha alcanzado todos los retos que tenía para este año. Uno de ellos ha sido el lanzamiento de Starship, la nave espacial que diseñó para enviar en un futuro pasajeros al espacio

Space X, la verdadera niña mimada de Elon Musk sale muy fortalecida con Trump

Un panorama con el que ni el propio Elon Musk podría soñar, a cambio eso sí le ha pedido que no construya una fábrica en México para que toda la producción de Tesla sea 100 % norteamericana.

Ingresos alternativos

Por si todo este caldo de cultivo fuera poco para Tesla, la legislación de estos estados restrictivos de emisiones permite que las marcas compren derechos de emisiones a Tesla, con lo que la firma norteamericana tendrá otra vía extra de ingresos que viene a sumarse a los multimillonarios que recibe gracias a su red de carga en USA, la más importante que la firma ha desplegado gracias a cuantiosas ayudas del Gobierno de Biden.

Un panorama más que alentador para Elon Musk que va a disfrutar del monopolio del coche eléctrico en los Estados Unidos, mientras puede centrarse en el proyecto que de verdad le ilusiona, que no es otro que su empresa aeroespacial y su viaje a Marte.

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