BMW X3  El SUV más deseado de BMW se actualiza por completo y ahora ofrece hasta etiqueta Eco y Cero

El fabricante germano lanza la cuarta generación de uno de los modelos que puede considerarse como precursor de los SUV de lujo de tamaño medio.

En este caso se trata de un vehículo que desde su lanzamiento en 2003 ha crecido hasta los 4,76 metros que mide actualmente empujado por los SUV pequeños de la marca, en concreto el X1 y el X2.

El X3 ha crecido mucho

Pese a utilizar la misma plataforma del modelo precedente podemos hablar de una generación completamente nueva pues los cambios mecánicos son muy importante y afectan tanto a los motores como al tren de rodaje.

La estética evoluciona dentro del ADN de BMW, con unos riñones delanteros de tamaño más razonable de lo que solemos ver en sus últimos lanzamientos y por primera vez con una calandra de lamas oblicuas, los faros también pierden protagonismo y son ahora más pequeños.

ADN 100 % BMW

En conjunto el X3 parece ahora menos voluminoso que su predecesor y aparenta ser más pequeño de lo que realmente es. Tal y como es habitual en la marca ofrece múltiples posibilidades de personalización, incluido el característico pack M estético exterior o interior.

La gama del modelo queda compuesta por cuatro versiones, todas con etiqueta Eco o Cero. La gama comienza con un motor diésel de 197 caballos, a lo que hay que sumar dos gasolina de 208 y 398 caballos (M) y un híbrido enchufable de 300 caballos de potencia que ofrece una autonomía de 90 kilómetros.

Cambia mucho por dentro

Al igual que ocurre con el resto del conjunto el interior también evoluciona considerablemente. Las cotas siguen siendo muy amplias y la calidad general es muy buena, aunque sorprende la utilización de materiales que no son habituales en la marca. El espacio interior se completa con un maletero de 570 litros, 460 en el caso del híbrido enchufable.

En el puesto de conducción nos recibe el tradicional volante multifunción mullido y de reducido diámetro. Disponemos además de dos grandes pantallas con un marco común que la marca denomina BMW Curved Display. La pantalla para el cuadro de instrumentos mide 10 pulgadas, mientras que la de multimedia es de 15.

Calidad indudable

La sensación general es de extraordinaria calidad aunque el diseño es un tanto peculiar y puede que no guste a los seguidores más tradicionales de la firma. Lo que no desaparece es el tradicional mando circular con el que manejamos prácticamente todas las funciones de la multimedia.

Mecánicamente los cambios introducidos por BMW en el tren de rodaje lo hacen ahora más ágil, rápido y dinámico, todo ello sin perder un ápice de la comodidad exigible a un vehículo con aspiraciones familiares.

Para ello se introducen nueva amortiguación y disponemos de la posibilidad de solicitarla de tipo neumático. De hecho como hemos dicho los cambios llevados a cabo sobre el tren de rodaje y la dirección son tan importantes que podemos hablar de una nueva generación.

Cuando llega lo bueno

Al volante el nuevo X3 no defrauda, pese a la casi desaparición de los motores de gasóleo, el propulso diésel nos sigue pareciendo muy racional, tanto por el bajo consumo como por la contundencia en el empuje y su refinamiento. Por si fuera poco dispone de un sistema de hibridación ligera que nos permite disponer de la etiqueta Eco.

Dentro de la gasolina destaca la versión M de 398 caballos, una preparación extremadamente deportiva y la inminente llegada de una versión híbrida enchufable con una autonomía de 90 kilómetros que se queda lejos de los 120 que ya homologan algunos modelos de la competencia.

Un nivel de equipamiento excelente, como ya es tradición en BMW, y unas posibilidades de personalización infinitas completan un modelo cuyo precio de venta comienza por los 63.000 euros.