Eugenio Scalfari (1924-2022)
Aguijón de la izquierda laica italiana
Proyectó una enorme influencia sobre la vida política de la península desde los sesenta hasta el final de su vida
Eugenio Scalfari
Nació en Civitavecchia el 6 de abril de 1924 y falleció en Roma el 14 de julio de 2022
Fue director de 'L’Espresso', fundador de 'La Repubblica' y diputado socialista entre 1968 y 1972.
Eugenio Scalfari ha sido en la Italia contemporánea uno de los mayores exponentes de la izquierda laica, democrática, republicana y europeísta. El haber fundado dos cabeceras de referencia de esa corriente ideológica como son L’Espresso y La Repubblica le avalan cómodamente como tal.
Pero su trayectoria no es en absoluto un dechado de pureza cristalina progresista: el joven de clase media –que compartió pupitre con Italo Calvino en un colegio de Sanremo– escribió sus primeros artículos en dos publicaciones oficiales del fascismo, Roma Fascista y Nuovo Occidente, llegando a ser redactor jefe de la primera. Era 1942.
Empezó a esfumar ese pasado al año siguiente mediante críticas sutiles al sistema de Benito Mussolini. Críticas que, en un primer momento, superaron la censura.
Hasta que fue convocado por un prócer de régimen que le notificó su expulsión tanto del Grupo Universitario Fascista como del Partido, antes de agarrarle por las solapas y de arrancarle el escudo del uniforme.
Scalfari se hizo discreto en los primeros años posteriores a la Segunda Guerra Mundial –que también fueron los de la instauración de la República– y completó la limpieza de su pasado adhiriendo al Partido Liberal, primero, y más adelante, en 1955 para ser precisos, al Partido Radical, en cuyas filas coincidió con Marco Panella, futuro líder carismático de la formación. Las disputas político-intelectuales de ambos animarán, ya en los ochenta, parte del debate público italiano.
Compaginando la militancia política con la profesión periodística, Scalfari forma parte, también en los cincuenta, del equipo fundador de L’Espresso, el semanario de centro-izquierda, cuya dirección asumió en 1963.
La cabecera debe a Scalfari seguir siendo, a día de hoy, un referente de la vida pública italiana. Bajo su batuta, el semanario superó en menos de cinco años el millón de ejemplares vendidos y mostró atrevimiento con diversas investigaciones.
La más llamativa fue, sin duda, la tocante al Sifar, el servicio de inteligencia militar que, según L’Espresso, habría tenido veleidades golpistas. La consiguiente querella de un general aludido en los artículos desembocó en una pena de cárcel para Scalfari, pese a la petición de absolución de la Fiscalía.
Para evitar la privación de libertad, el ya famoso periodista aceptó en 1968 la propuesta de candidatura parlamentaria del Partido Socialista para garantizarle la inmunidad. Tras cuatro años en Montecitorio –sede de la Cámara de Representantes–, Scalfari ideó la creación de un gran diario de centro izquierda, para lo cual intentó convencer, sin éxito, a Indro Montanelli. Más el icono del periodismo italiano contemporáneo no estaba por la labor. La negativa no disuadió a Scalfari, que logró reunir los fondos para que La Repubblica estuviera en los quioscos a principios de 1976.
Durante dos décadas, el eterno director de periódicos proyectó una enorme influencia en la vida política. Sin ir más lejos, La Repubblica, pese a ser de centro izquierda, era implacable con Bettino Craxi y elogiaba la rectitud moral del comunista Enrico Berlinguer.
La jubilación de Scalfari fue activa, con sus incisivas columnas, diversos libros y sobre todo con una serie de incisivas entrevistas al Papa Francisco. El ateo empedernido hizo declarar al Romano Pontífice que el diablo no existía. El Vaticano desmintió.