Cristina Macaya (1945-2023)
Carisma y personalidad arrolladora
Estupenda anfitriona, disfrutaba de la vida, pero se aseguraba de que quienes la rodeaban disfrutasen igual. Creía en la amistad y tenía amigos de verdad de todos los rincones del mundo
Cristina López Mancisidor
Presidente de la Cruz Roja Española
Fue un referente de la alta sociedad mallorquina durante décadas. Pero también fue una luchadora en defensa de los necesitados como se demuestra con su larga colaboración con el Proyecto Hombre, cuyo objetivo es superar las adicciones, o sus once años de presidencia de Cruz Roja Española durante los que puso en marcha el Sorteo del Oro.
Cristina Macaya fue una mujer de la que todos los que la conocieron destacan su entrañable simpatía y su don de gentes que repartía por igual entre destacadas personalidades nacionales e internacionales y personas humildes que le caían bien. Sabía transmitir alegría y optimismo. Espontánea, siempre actuaba como pensaba que debía ser, sin frenarse por perjuicios ajenos.
Estupenda anfitriona, disfrutaba de la vida, pero se aseguraba de que quienes la rodeaban disfrutasen igual. Creía en la amistad y tenía amigos de verdad de todos los rincones del mundo, independientemente de su nivel social. En sus convocatorias, sociales o para recaudar fondos, para las fundaciones que apoyaba se encontraba uno con multitud de personalidades de diferentes ámbitos. Desde un premio Pulitzer a la periodista de la ABC norteamericana Barbara Walters pasando por el financiero británico Evelyn de Rothschild. En Es Canyar, su fabulosa casa de Establiments, a las afueras de Palma de Mallorca, pasaban temporadas amigos como Bill Clinton, Felipe González o Carlos fuentes entre muchos otros.
Fue una mujer de un atractivo legendario que combinó con un gran sentido del humor. Tuvo cuatro hijos con Javier Macaya, de quien enviudó. La menor de estos hijos, María, fue póstuma. Después tuvo una larga relación, 17 años, con Plácido Arango. Se le atribuyó una estrecha amistad con el Rey Juan Carlos y se ha dicho que le había visitado en su exilio a lo que ella respondió en ABC que «a Juan Carlos lo conozco desde pequeña y no me importa que digan que me he ido con él. Lo que están haciendo es masacrar a una persona que dio apertura a España. Esa rubia a la que no conozco (en evidente referencia a Corinna Larsen) le ha hecho mucho daño. Pero España sería cateta si Juan Carlos no hubiese hecho muchas cosas».
Detrás de su fachada social encontraba tiempo para dedicarse a proyectos relacionados con la inserción de antiguos drogadictos. Y esto lo hacía en «Proyecto Hombre» institución a la que se dedicó con empeño. También fue durante once años presidenta de la Cruz Roja Española. A ella correspondió poner en marcha el célebre «Sorteo del Oro» que durante años fue una muy relevante fuente de ingresos de la institución. En palabras de un amigo de larga data que prefiere permanecer en el anonimato «detrás de esa imagen de frivolidad que le atribuían –y que, ella, con su naturalidad, no se molestaba en disimular– había una persona mucho más interesante cuya amistad valía la pena.»