Manuel Delgado (1929-2024)
Primer alcalde mirobrigense de la democracia
Culto, melómano y gran conversador, Manolo fue un cultivador de amistades, que apreciaban su inteligencia, su generosidad, su fino humor y su interés por las personas y las cosas, amén de su buen ánimo pues, como le gustaba repetir «A mi me cuesta mucho ser pesimista»
Manuel Delgado y Sánchez-Arjona
Senador constituyente
Fue senador constituyente y el primer alcalde de la democracia en Ciudad Rodrigo. Referente del turf español, donde era unánimemente estimado y apreciado, fue un humanista que ha dejado una honda huella en quienes lo conocieron. Era Hijo Predilecto de Ciudad Rodrigo y estaba en posesión de la Medalla al Mérito Constitucional
En Agosto se nos fue, con la elegancia física y espiritual de la que hizo gala a lo largo de su longeva y fecunda vida, Manolo Delgado y Sánchez-Arjona.
Había nacido en la calle Jazmín de Ciudad Rodrigo, localidad salmantina muy ligada a su familia materna. Estudió derecho en la Universidad Central de Madrid y se ocupó con notable éxito de las empresas familiares dedicadas a la agricultura y la ganadería.
En 1966 contrajo matrimonio con su prima María Ángeles Azqueta y Sánchez-Arjona, unión de la que descienden sus hijos Nieves, María, Ángeles, Manuel y Belén, sus nueve nietos y una bisnieta.
Participó activamente en la Transición, militando en las filas de UCD y siendo elegido senador por la provincia de Salamanca en 1977. Desde su escaño en la Cámara Alta contribuyó a la redacción de la constitución de 1978, movido por la aspiración a que los españoles cerrásemos una triste página de nuestra historia y abordáramos un futuro compartido sin rencores ni reproches. Fue reelegido senador en las elecciones de 1979 y ese mismo año accedió a la alcaldía de su ciudad natal, donde la lista que encabezaba obtuvo la mayoría absoluta de los votos de sus convecinos, convirtiéndose en el primer alcade mirobrigense de la democracia.
Ferviente y convencido europeísta, desarrolló una ingente labor en la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa y en el Comité mixto Cortes Generales-Parlamento Europeo.
Cuando desapareció UCD, Manolo dejó la política activa pero siguió ocupándose de la actualidad política, especialmente la europea, a través de grupos de estudios o de análisis como el centro de estudios comunitarios, que animaba José María Gil -Robles.
Siempre estuvo dispuesto a colaborar allí donde se le requiriera; de ahí que aceptara en 2001 el encargo de Luis Miguel Enciso para comisariar la exposición «1000 años del caballo en el Arte Hispánico» o su participación en la organización de la exposición” La Ciudad frente a Napoleón. Bicentenario del Sitio de Ciudad Rodrigo en 1810”.
Culto, melómano y gran conversador, Manolo fue un cultivador de amistades, que apreciaban su inteligencia, su generosidad, su fino humor y su interés por las personas y las cosas, amén de su buen ánimo pues, como le gustaba repetir «A mi me cuesta mucho ser pesimista».
También su bondad, porque aunque quizás pensara mal de alguno, nunca le oí hablar mal de nadie. Hombre de arraigada fé, se interrogó valientemente sobre las perplejidades a las que se enfrentó en la vida sin apartarse ni un centímetro del camino.
Manolo Delgado fue un gran aficionado a las carreras de caballos y un notable criador de purasangres ingleses en su campo de Medinilla (Salamanca), inspirador y primer Presidente de la Asociación de criadores. Esa común afición por los caballos nos unió desde que nos conocimos en Estrasburgo en 1981. Junto a Rafael Figueroa, otro querido amigo, adquirimos nuestro primer caballo en 1983 e iniciamos una amistad trufada de galopes de entrenamiento, domingos en La Zarzuela, análisis de orígenes, sueños , esperanzas, victorias memorables , como aquel Derby de 2013 ganado por Rilke, criado en Medinilla, y algún que otro desengaño que ha perdurado hasta el momento mismo de su partida.
Cuando en el 2022 fue nombrado Hijo Predilecto de Ciudad Rodrigo por acuerdo unánime de la corporación municipal, participé en aquel acto junto a otro querido amigo, Salvador Sánchez Terán, y procuré expresar con mis pobres palabras el agradecimiento de tantos por haber disfrutado de su amistad a lo largo de muchos años y por haber representado lo que en el pasado se denominaba un caballero español, es decir, un hombre de bien.
Al contemplar el recogimiento y la emoción de los numerosos asistentes en la plaza del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo a su sentido homenaje corpore insepulto comprendí, mientras sonaban los tañidos del Reloj Suelto, que Manolo Delgado vivirá para siempre en nuestro recuerdo.